jueves, mayo 2, 2024
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FALANGES: El pensamiento crítico y la Tercera Modernidad


Luis Adalberto Maury Cruz
lmaury_cruz@hotmail.com

Los imperios, el desarrollo científico y tecnológico, las vanguardias estéticas; así como las calamidades humanas como las guerras y la criminalidad, en suma la realidad cultural está unida a la evolución del pensamiento, siendo la crítica su forma más sofisticada y en ocasiones la más letal. Pero, ¿Cuál es la función del pensamiento crítico (PC) en la actualidad?

Tal pregunta supone saber qué es el PC, cómo se puede clasificar, en qué consiste la época actual, cuáles son algunos de sus aspectos estructurales.

Apuntes preliminares sobre la crítica

El tener una noción operativa de PC y el comprender el aquí y el ahora permiten desarrollar una reflexión y tener un posicionamiento sobre la función de la crítica. (para efectos del artículo se asume crítica como sinónimo de PC). Empero, ¿qué es la crítica? Es un tipo de comprensión general, abstracta y precisa, en cambio un pensamiento analítico es un entender por partes y síntesis, y un pensamiento básico es una comprensión general e imprecisa, estos pensamientos están presentes tanto en la vida cotidiana (que carece de marco teórico) como en la disciplinar (que tiene marco teórico). Las tres formas de comprensión son valiosas y pueden ser pertinentes si corresponden con las necesidades del momento y con las circunstancias en turno.

En efecto, hay temas y problemas perennes como en filosofía, matemáticas o lógica; sin embargo por más perenne y abstracta que sea la actividad intelectual, digamos saberes o ciencias puras, estas materias han de responder en algún aspecto o circunstancia a un aquí y ahora, so pena de ser irrelevantes. Por ejemplo, preguntas como: ¿qué es la justicia?, ¿qué son los números?, ¿qué es la identidad? Remiten a temas, problemas y preguntas que están lejos de ser ociosas, anacrónicas y superficiales; son de suyo fundamentales para la vida teórica, instrumental y práctica, están a la base del ámbito rutinario e innovador.

El omitir o no estudiar a fondo nuestro presente no permite comprender la función de la crítica en la actualidad, con frecuencia conlleva a caer en imposturas o en ingenuidades manifiestas en: 1. Los clichés como: “el PC es para solucionar problemas”, “el PC se puede enseñar”, 2. Los mitos: “el PC surgió con la filosofía y esta nació en

Grecia”, “las disciplinas son occidentales”, y 3. Los dogmas como: el colonialismo disciplinar occidental, perspectivas xenófobas, chovinistas, y/o esnobismos. Estos lugares comunes, estos sentimientos de pertenencia y estas posturas irreflexivas es común que estén maridadas y se manifiestan en actitudes de cerrazón, que en este caso, no permiten comprender la función actual de la crítica. Por ello, cabe preguntar: ¿en qué consiste la época actual?

Sobre la Tercera Modernidad

La actualidad, o como yo le llamo Tercera Modernidad, muestra un mundo multipolar y con una revolución tecnológica/industrial de la inteligencia artificial de última generación (IA) es decir: computación clásica y cuántica más 5 y 6G, que es postindustrial (dado el desarrollo de entornos telemáticos y de IA), posthumano (pues hay modificaciones artificiales de la fisiología y la genética humana), y postoccidental (puesto que el mundo unipolar de EEUU se desintegró y Europa no es centro geopolítico) todo ello producto del agotamiento y de la acumulación histórica, de una evolución tecnológica y de una hegemonía global del último medio milenio. (Maury, FALANGES: “Apuntes para la comprensión de la Tercera Modernidad”)

Pero, ¿cuáles son algunos de los aspectos estructurales de la Tercera Modernidad en estos momentos? Es decir, cuales pueden ser las características históricas de esta realidad.

La Tercera Modernidad se manifiestan en: 1. Choques de civilizaciones, como señala Huntington, e inicio de colapsos demográficos (particularmente en la Unión Europea [UE] y EEUU), 2. Sociedades con malestares culturales producto del consumismo, del hedonismo efímero y de las hiperindividualizaciones que han derivado en individuos líquidos y cansados como señalan Zygmunt Bauman y Byung-Chul Han; 4. Saldos negativos en lo ambiental y humanitario, 3. El fin de la unipolaridad de la América Global, el ocaso del Occidente Colectivo (después de 500 años de dominio) y el surgimiento de soberanismos, 5. Un orden mundial multipolar con un Olimpo geopolítico tripolar (Rusia, China y EEUU) y nuevas potencias regionales como señala Alfredo Jalife- Rahme; 6. Con nuevos bloques políticos, económicos y militares (BRICS+, América del Norte, el G2 China/Rusia, nuevas rutas comerciales como la Ruta de la Seda, Ruta del Mar del norte); 6. La crisis de legitimidad de las democracias liberales occidentales (en EEUU, la UE y la anglosfera); 7. La legitimidad y estabilidad gubernamental de las potencias globales de Oriente (Rusia y China); 8. Crisis global de liquidez, desdolarización acelerada y conformación de un nuevo sistema financiero global (basado en fintech, blockchain y CBDC) que data desde 2008 y en colapso en 2020; 9. Con una neoliberal Agenda 2030 en fase de salida (JP Morgan y BlackRock se desmarcaron de ella en este 2024); 10. Un mundo que automatiza y virtualiza todas los aspectos humanos o al menos los impacta drásticamente, 11. Con el nacimiento de nuevas profesiones, actividades, empleos y la desaparición de otros (producto del desarrollo de la IA); 12. Con graves brechas sociales, económicas, tecnológicas y disciplinares; 13. Con guerras multidimensionales (militares, económicas, financieras, mentales) en Europa (Ucrania), África (Niger, Nigeria, El Congo, Burkina Faso, Somalia, Sudán) y Asia (Yemen, Myanmar, Siria, Palestina) Tensiones en Taiwán, Corea del Norte, en América (Ecuador); se pueden agregarse más aspectos pero al menos estos trece son estructurales, innegables y obvios, (no por ello evidentes) en la actual época.

Los trece aspectos o características históricas remiten a seis categorías generales: 1) A lo cultural (civilizatorio, demográfico y malestares culturales); 2. A los desastres ambientales y humanitarios; 3. A lo político y geopolítico; 4. A lo económico y financiero; 5. A lo tecnológico, industrial y laboral; y 6. A lo militar; que de suyo están interconectados, también subyace una séptima categoría: la disciplinar (investigación y educación robusta e institucional) pues el desarrollo de filosofía, ciencias, ingenierías, tecnologías, artes y de su transferencia a la educación (formal o informal), a la vida civil y militar es una fuente de los imperios globales que sin ella llanamente no existirían. (Estos aspectos y categorías son enunciativas, más no limitativas)

Cada uno de estos trece aspectos y siete categorías en sí mismo son retos para el PC. Pues, es necesario comprenderlas, detectar problemas, oportunidades, formular y evaluar alternativas, ejecutar decisiones y hacer seguimientos. Esto puede ser visto como retos para desarrollar saberes críticos disciplinares o para gestar saberes críticos per se.

El pensamiento crítico, su clasificación y sus saberes
El PC, como comprensión, se puede clasificar en tres tipos: 1. Sentido débil, es una acción extraordinaria y eventual, remite a cualquier persona que ha creado algo, por ello todo humano es crítico tanto en potencia como de forma esporádica; 2. Sentido mediano, es la actividad analítica-crítica, es un análisis experto cuyo margen de innovación remite a lo establecido, crea por continuidad y analogía; 3. Sentido estricto, es la actividad permanente y paradigmática, es un estilo de vida consagrado al pensamiento abstracto y general; a la innovación de ideas generales, teorías, modelos, tecnologías y obras.

La crítica que permite preponderancia, no es en el sentido débil; pues esta es una chispa no es una hoguera, pero una chispa puede quemar un bosque. La preponderancia la da el PC en el sentido mediano y estricto, el análisis crítico es el que permite gestar un saber estable que se supera en otro que es revolucionario, como quizá diría Kuhn, este último es hijo de la crítica en sentido estricto.

Es ingenuo pensar que se puede educar para una crítica en sentido estricto, pues esta es investigación, en serie y en serio, lo cual presupone estar educado, tener acerbo amplio, experiencia significativas y dominio disciplinar experto, aunado a tener esa actitud de autonomía que raya en la osadía y la temeridad. Los genios se hacen con el tiempo y el añejamiento, son perlas escasas en las arenas sociales. Hasta Mozart que fue un niño prodigio fue tal porque su formación inició desde antes de su concepción, contaba con una estructura fisiológica y neuronal sana y funcional, con algo más; sin esto más sólo hubiera sido un virtuoso. Ya Octavio Paz señaló que una obra su pone inspiración y mucho más transpiración, por ello la crítica supone orden y esfuerzo constante

Para ser crítico en sentido débil, no es necesario ir a la escuela; con frecuencia la escuela castra la critica con la institucionalización de ideas, teorías, métodos, formatos y aberraciones asumidas como verdades cuando en realidad son: clichés, mitos y dogmas; también cuando son rechazados de forma irreflexiva para imponer otra narrativa decrépita.

La escuela y la docencia si son tales, y no facsímiles, han de impulsar una crítica en el sentido medio, que es el análisis crítico experto, pero esto no es una materia, es una formación para la vida, que supone ciertas materias a doc que fortalecen per se esa crítica en sentido débil con saberes para procesar pertinentemente información, discriminandola de la subinformación, la desinformación para enfrentar retos y problemas disciplinares, cotidianos, personales y laborales, transitando así al análisis crítico.

Esto es la progresión del PC que va de sus sentido débil al mediano, así debería ser el proceso educativo. Esto es más un deseo que una realidad institucional, y por ello se ha de esforzarse, en la medida del deber y de las condiciones reales, para desarrollar la crítica que es el preludio para una vida genuinamente libre y consciente, dandole valor agregado al mundo. Luego, la escuela y la docencia si son pertinente suponen no castrar y sí fomentar la crítica (transitando del sentido débil al mediano).

Empero, ¿qué se requiere para ser crítico en esta Tercera Modernidad? Es decir, qué se necesita desarrollar para lograr comprensiones generales, abstractas y precisas relevantes y pertinentes para la vida teórica, instrumental o práctica, en el ámbito rutinario o innovador, cotidiano o disciplinar en este entorno multipolar y de IA que tengan un rango aceptable de eficiencia y eficacia.

Ante esto es pertinente desarrollar: 1. Saberes específicos disciplinares para gestar análisis crítico experto, por ejemplo, saberes médicos o económicos que traten y resuelvan casos concretos y/o problemas generales de forma eficiente y eficaz. 2. Saberes críticos per se, para desarrollar y gestar estructuras generales de análisis crítico lo suficientemente amplias y robustas para contar con criterios generales para discernir entre información, desinformación y subinformación, entre lo relevante y lo irrelevante, entre lo coherente y lo incoherente, entre lo verdadero, lo falso y lo indeterminado, entre lo prudente y lo imprudente, para optar entre lo bueno lo mejor como señala S. Ignacio de Loyola. Recurriendo a una analogía, el primero es tener una formación jurídica y usar en ella las matemáticas o la lógica, en el segundo es saber de matemáticas y lógica; dos disciplinas per se críticas, pero PC no se reduce a ellas.

El análisis crítico disciplinar es una actitud y quehacer de una persona que aplica su pensamiento de forma directa sobre su objeto de estudio, por ello decimos: “este jurista o médico es experto”. Los saberes críticos per se, es un sistema de saberes de índole teórico, heurístico y axiológico que sin tener contenido disciplinar establecido y definitorio permite procesar información tanto del ámbito disciplinar como cotidiano. La crítica per se es una capacidad adquirida, digamos raíz, para procesar información de distinto tipo.

La función del pensamiento crítico en la Tercera Modernidad

Nuestro mundo postindustrial, posthumano y postoccidental muestra individuos y sociedades con malestares culturales, con sistemas políticos decadentes y otros en auge, con desastres ambientales y humanitarios; con crisis económicas y financieras; con subdesarrollo y analfabetismo tecnológico; por ello se vaticinan más desigualdades, socialización de las perdidas, mayor concentración de la riqueza y de las ganancias; por lo tanto, se agudizará el conflicto y la violencia. Es aquí donde la persona requiere del PC, en sentido mediano, demostrando su verdadero poder en la realidad so pena de ser superado por una IA o un sistema automatizado, quedando excluido de las ventajas epocales; lo cual se traduciría en: subempleo, consumismo, analfabetismo tecnológico, crisis existencial. Por ello, la pertinencia de comprender y profundizar en al menos las trece características históricas y las siete categorías generales de esta Tercera Modernidad, que son marcos globales donde se emplea la crítica.

El tema de la escuela y la docencia evidencia la séptima categoría general: la disciplinar (investigación y educación robusta e institucional) sin esto el Estado está condenado a ser una colonia de las disciplinas de las potencias hegemónicas, y el individuo a ser acrítico o criticastro. Esto se puede enunciar en un dilema: o bien se es crítico o bien se es dependiente.

Hoy se requiere de personas criticas, con estos dos tipos de saberes que le permitan transitar de una disciplina a otra, reinventarse como profesionista, como trabajador y como persona; por ello es menester manejar información con criterios de discernimiento, para la toma de decisiones responsables que siempre repercutirán en la vida propia y de extraños.

Estos saberes críticos aunados a una actitud de autonomía que equilibra continuidad y disrupción (institucional e individual) es el activo principal de toda institución que busque preeminencia y hegemonía, so pena de ser rémora; también es el activo principal para el libre desarrollo de la persona. Estos saberes y actitud en combinación son la madre de todas las revoluciones, vanguardias e innovaciones, de suyo es el PC para la vida.

Los saberes, las disciplinas y la crítica, en esta Tercera Modernidad, están insertas en un concierto de pluralidad, multilateralidad; donde las narrativas del Occidente Colectivo ya no son unipolares, ni las mejores, aunque como señala Alexander Duguin y el Presidente de Rusia Vladimir Putin: el aporte filosófico, cultural, espiritual, religioso, científico, tecnológico de Occidente al mundo es innegable; así como su expolio, colonialismo y decadencia. Hay más mundo después de la América Global y la UE no es un jardín, ni el resto del mundo es jungla como vociferó con xenofobia Joseph Borrel, el alto representante de la UE para asuntos exteriores y política de seguridad en 2022. Es tiempo de pensarnos de forma multidimensional, dialéctica y desde la complejidad, rompiendo atavismos.

La función del pensamiento crítico siempre es la misma, en el sentido abstracto y genérico, pues es la comprensión general, abstracta y precisa que permite innovar construyendo teorías, modelos, obras. Pues, esta es teleología intrínseca de la crítica que es su propia definición y sentido estructural.
Hoy en la Tercera Modernidad la función del PC es descolonizarse, como diría Enrique Dussel, de Occidente y en particular de la América Global para crear alternativas, teorías y obras acorde al orden epocal vigente y a la propia realidad (que no es autopercepción, ni cultura woke). Pues de lo contrario no habría crítica sino repetición de ideas y posiciones, y/o se estaría fuera de la actual realidad, (una suerte de esquizofrenia).

No hay que olvidar que los americanos y en particular los mexicanos somos hijos de Occidente, que nos baña una historia de luchas, imperios, traiciones y lealtades que constituye civilizaciones que se han amalgamado por varios milenios, que con los últimos quinientos años nos volvimos mestizamente occidentales y globales. El negar esto es una suerte de parricidio y por tanto, es necesario reconciliarnos con la tradición sin someterse a ella, de tal forma que sirva como una catapulta, no que sea un lastre. Un PC sin tradición es una quimera huérfana, apátrida y victimista. Una crítica devorada por la tradición es una impostura xenófoba. es menester la mesura, la sobriedad para un genuino PC.

En un sentido existencial el PC tiene la función de ser el medio para la vida y para darle un valor agregado al mundo. Pues de lo contrario, la crítica se torna en un medio para la vejación, cosa que se evidenció en casos como: el análisis crítico para la decisión final que tomaron los NAZIS en contra de los judíos o el cálculo del gobierno sionista de Israel para efectuar el genocidio en Gaza en este 2024; ¿para qué ser crítico con una vida miserable?

Algunas conclusiones:

  1. El PC es general, abstracto y preciso, se clasifica en tres sentidos: de PC en sentido débil, PC en sentido medio o análisis crítico, y PC en sentido estricto.
  2. La época actual es la Tercera Modernidad que es multipolar y presenta una revolución tecnológica/industrial de la IA
  3. La crítica supone una articulación con la condición epocal que hoy es la multipolaridad y la IA con al menos esos trece aspectos y siete categorías generales ya referidas, todo esto plantea retos al PC tanto en el desarrollo de saberes disciplinares críticos y saberes críticos per se teniendo como objetivo la vida y darle valor agregado al mundo.
  4. Por lo tanto, para ser crítico en esta Tercera Modernidad se requiere conocer el pulso de la época: la multipolaridad y la IA en un concierto de aspectos estructurales.
  5. Esta modernidad es un preludio para la descolonización, pero se corre el riesgo de caer en nuevos grilletes; por ello, se torna apremiante el PC para no cambiar de amo, sino para lograr mayores marcos de libertad, conciencia y fraternidad.
  6. La función del PC en esta Tercera Modernidad es descolonizarse de Occidente, es para la vida, para darle valor agregad al orbe, en suma para la calidad vital.
  7. Es notorio que el PC no es sólo una cuestión intelectual, académica o política, sino que revela las potencialidades humanas con todos sus claroscuros. La crítica es una cabeza de Jano, de la cual hay que tomar conciencia y asumirla con responsabilidad, esto es ponderar para proceder con discernimiento en un mundo que cada vez se torna más plural, más postíndustrial, más posthumano y más postoccidental; abrir la brecha para construir remansos de paz interior, estabilidad integral y vivir con dignidad.
  8. En fin, ¿usted qué piensa?…