Mario Mijares
Velázquez Barriga, Doctor en pedagogía, escribió un texto en La Jornada (jueves 22 de junio de 2023, pág. 22) en donde de manera clara explica lo que sucedió en el Congreso Mundial en contra del liberalismo educativo de Panamá, en donde se reprochó la terrible privatización de la educación pública.
Velázquez Barriga señala que la agenda pretende la “Desterritorialización escolar y matriculación digital en las plataformas privadas”, esta fue y sigue siendo una forma de privatizar cualquier confinamiento donde se usa Internet, así como los portales virtuales de comunicación a cargo de una sociedad pública gratuita de manera presencial.
La visión oligarca de la ganancia que encarna el neoliberalismo hizo de lado la obligación del Estado de garantizar el derecho a la educación pública y gratuita de manera presencial. Se habló sobre la “Exo y endoprivatización educativa, lo cual determinó una constante privatización de todo lo público, al grado de que sus programas y planes de estudio fueron de carácter gerencial, comercial o empresarial, en donde se prodigaron relaciones de competencia, muchas veces desleales con tal de obtener el éxito.
No hay duda de que el terminajo de gobernanza es una invención del capitalismo para proporcionar todo tipo de facilidades a las corporaciones económicas multinacionales, que son las que determinan en gran medida los programas educativos y su relación con el mercado, todo ello con base a las “Redes políticas de gobernanza analógica y digital”. Sin duda, se trata de toda una manipulación hacia los jóvenes, así como a la comunidad en general, para acrecentar el siempre proceloso caudal de rentabilidad que dicta el mundo financiero.
Es el “Neuroneoliberalismo educativo”, la cerebrización del aprendizaje como una parte de la guerra neocortical en donde incursiona la colonización del cerebro con fines de manipulación política y la programación neuronal de conductas funcionales para una mejor explotación de las mayorías.
El objetivo de los grupos fascistas de ultraderecha, quienes están presentes en la mayoría de los países, es limitar la libertad de cátedra, para así poder dogmatizar los modelos educativos.
Finalmente, es por medio del totalitarismo de las plataformas digitales que se instaura un esquema individualista, despersonalizado por medio de la carrera magisterial, despojando de sus derechos de sindicalización a los trabajadores y el goce de la contratación colectiva.
