APUNTES: Crítica Social
JAVIER HERNAND GARCÉS
El edadismo
Aunque la palabra “edadismo” no es de uso común o de la lengua popular, sí es una realidad tajante en un mundo que piensa que la gente no va a envejecer o que somos como la foto que permanece igual con el correr de los años. Al edadismo lo define la Organización Mundial de la Salud como el conjunto de estereotipos, subvaloración y discriminación contra las personas por su edad temprana o mayor, al clasificar y referenciar a este grupo de manera que la discriminación es el tono dominante.
Los efectos del edadismo se hacen visibles al bajar los niveles de salud, el aislamiento social y muerte a temprana edad o antes del día que le hubiera tocado. Se le considera un cargo inaceptable para las economías. Se requiere de políticas y planteamientos rápidos, científicos y a largo plazo para solventar esta situación real de todas las sociedades humanas, puesto que todos vamos a envejecer y morir y causar un impacto económico, social y emocional.
Los estudios sobre el edadismo revelan que una de cada dos personas en el mundo tiene actitudes edadistas, lo que empobrece la salud física y mental de las personas mayores, además de reducir su calidad de vida, y cuesta cada año miles de millones de dólares a la sociedad, dice la OMS.
Por lo cual, esa misma Organización Mundial de la Salud, hace un llamado a las sociedades y estados a elaborar informes y dar seguimientos a esta nefasta conducta con nuestros mayores y jóvenes. La pandemia del COVID 19 contribuyó, de manera negativa, a profundizar los estereotipos con los mayores y también con los jóvenes. En esos días de experimentación los prejuicios a los afectados por el entonces inmediato letal virus, la edad fue un factor que determinó el acceso al cuidado médico clínico.
“Ahora que los países trabajan en la recuperación y reconstrucción con motivo de la pandemia, no podemos permitir que estereotipos, prejuicios y actitudes discriminatorias basados en la edad reduzcan las oportunidades para garantizar la salud, el bienestar y la dignidad de las personas en todas partes”, dijo el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
Asimismo, el edadismo es parte cotidiana en sectores sociales, esto incluye no sólo los centros de atención médica inmediata, clínica y hospitalarias en general, sino en los lugares de trabajo, los medios de comunicación, al igual que todos y cada uno de los aspectos de la vida diaria.
El edadismo aplica también sus prejuicios a los jóvenes a quienes considera un cargo social y económico, critica los gastos de educación y deportivos de los jóvenes y se olvida que son, precisamente los jóvenes los que pagarán por el bienestar social en pocos años en sistema de pilares, los jóvenes pagan por los ancianos, así como estos pagaron por los ancianos de su época. El edadismo para con los más jóvenes, se hace presente en la falta de oportunidades para los padres de familia durante la primera edad de los bebés, especialmente a las madres, que en muchas sociedades las orillan a salirse de sus empleos y dejar sus carreras profesionales, a menudo se suele contratar personas que no tendrán descendencia durante los años más productivos del ser humano. Las compañías privadas de seguros de salud, cobrarían más a aquellos candidatos/as jóvenes por el “riesgo de tener hijos”.
Como señalé al principio de este escrito, el edadismo no se reconoce ni nadie sabe exactamente lo que es, por lo tanto, se requiere de iniciativas legislativas e implementaciones de gestiones tendientes a reconocer este flagelo social.
El edadismo, en sus dos versiones, para adultos mayores y jóvenes, tiene consecuencias que se asocian con el aislamiento social y específicamente laboral, decrecimiento en la salud en general, depresión ansiedad, incertidumbre económica y financiera, súmesele a este flagelo los prejuicios ya existentes relacionados con la raza, el género, la preferencia sexual, el pensamiento complejo y crítico de los seres humanos.
La capacidad económica y la posibilidad de consumir bienes y servicios quedó en evidencia en los tiempos de la llamada Pandemia del COVID 19, al ver los resultados, ya que los adultos mayores, especialmente los discapacitados adultos mayores pobres fueron los más perjudicados, esto incluye a mujeres mayores y grupos de adultos mayores de etnias minoritarias en los Estados Unidos, a lo que Natalia Kanem, directora ejecutiva del Fondo de Población de las Naciones Unidas, dijo:
“Hagamos que esta crisis marque un punto de inflexión en la forma en que vemos, tratamos y respondemos a las personas mayores, para que juntos podamos construir el mundo de salud, bienestar y dignidad que todos queremos para todas las edades”.
De igual manera, el pensamiento del informe mundial sobre el edadismo con respecto a los EE.UU se sintetiza, entre otros, en el costo del edadismo.
En los Estados Unidos de América (EE.UU.), un estudio del año 2020 mostraba que el edadismo, en forma de estereotipos negativos y de la imagen desfavorable que tienen las personas de sí mismas por motivos de edad, conducía a un exceso de costos anuales de US$ 63 000 millones en relación con las ocho enfermedades que más gastos generaban. Eso equivale a un dólar de cada siete dólares que se gastan en esas enfermedades para el grupo de mayores de 60 años en los Estados Unidos en un año.
Al tanto que en Australia “…se calcula que, si un 5% más de personas de más de 54 años tuviera trabajo, se generarían cada año AUD$ 48 000 millones en la economía del país”.
En México el edadismo asociado con los dos extremos de edad los más jóvenes y los mayores ocurre de la misma madera que en otros países.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador impulsó la pensión para adultos mayores, ayuda que se inicia cuando el actual líder era jefe de Gobierno de la gran capital mexicana, la Ciudad de México, CDMX antes Distrito Federal en el año 2001.
“Envejecer o ser una persona vieja es un motivo de discriminación. Así lo confirman la Encuesta Nacional sobre Discriminación 2017 (ENADIS 2017) y la Segunda Encuesta sobre Discriminación en la Ciudad de México 2017 (EDIS 2017), al colocar a la edad, y en particular la edad avanzada como una causa para ser discriminado o discriminada. Esta situación no es exclusiva de nuestro país…” (México social)
Tanto el informe de las Naciones Unidas como el sentido común nos convocan a la creación de políticas tendientes que generen educación para que haya empatía para esos grupos vulnerables, reducir prejuicios, emplear en trabajos dignos y bien remunerados, dar seguimiento e implicarse en programas objetivos y razonables que impidan el edadismo en todos sus alcances.
Lo cierto es que el edadismo tiene un efecto patológico en la vidas de los adultos mayores especialmente, esa discriminación hacia ellos/as causa enfermedades y, a su vez, pedidas millonarias en la economía de las naciones, familias y comunidades.
Javier Hernand Garcés es Licenciado en Derecho, Maestro en Derecho Ambiental y Licenciado en Naturopatía.
