martes, mayo 21, 2024
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Dinero Tropical

José Hernández Herrera

El ahorro es una rutina de vida. Reflexionemos lo siguiente: ¿Qué no nos permite ahorrar? Te daré algunas posibles respuestas que suelen surgir ante estos temas: no gano lo suficiente; hoy en día tengo muchos gastos; ¿y si mañana me muero?; no sé cómo organizar mi dinero; me parto el lomo trabajando, ¿acaso no merezco premiarme?

Todos los anteriores motivos pueden tener mucha o poca razón. Pero en general son argumentos aceptables. No quiero demeritar o desacreditar lo que no conozco. Al final, cada vida veracruzana es una historia con sus propias alegrías y tristezas. Sin embargo, yo considero que el ahorro no es un problema esencialmente de escasez. Si seguimos reflexionando acerca de la pregunta “¿qué no nos permite ahorrar?” nos daremos cuenta de que no sólo no ahorra la gente en pobreza. Hay gente de clase media o gente que gana muy bien y no tiene ahorro. Por otro lado, hay gente que tiene un sueldo muy bajo y aun así logra sistemáticamente tener un ahorro que eventualmente le permita avanzar en su vida. 

Desde mi punto de vista el ahorro es un hábito. Un hábito como bañarse, como desayunar a tal hora, hacer ejercicio o lavarse los dientes. Los veracruzanos deberíamos tener el ahorro tan arraigado como pagar una renta de casa o comprar la despensa. “No hay borracho que coma lumbre”.

Anteriormente traté de explicar que la falta de ahorro no es una cuestión de ingresos y sí una cuestión de hábitos. Como expliqué, mucha gente no ahorra, no importando si gana mucho o gana poco. Por supuesto, entre más se gane, más posibilidades habrá de ahorrar. Ahora tratemos de adentrarnos a una persona veracruzana que aparentemente “ahorra” y veremos lo que sucede: 1.- En primer lugar, ese veracruzano recibe ingresos; 2.- Paga sus obligaciones básicas como renta, la comida, echa gasolina al carro; 3.- Si tiene un compromiso como la compra de una llanta quita ese dinero para sacar el compromiso, o por lo menos paga la mensualidad de la deuda que pidió para comprar esa llanta; 4.- Si se quiere hacer algo o tiene un evento como un viaje o una fiesta ahorra un poco, o se compra algo para ese proyecto. O por lo menos paga la mensualidad de su tarjeta de crédito por ese viaje que hizo; 5.- Luego, vienen los gastos libres. El dinero que podríamos titular “me parto el lomo trabajando, ¿acaso no merezco premiarme?”.

Como dije al inicio, “no hay borracho que coma lumbre”. Si lo notan, lo primero son las obligaciones. En general la inmensa mayoría de la gente ve cómo resuelve temas tan importantes como la renta de la casa, la comida y el transporte para su trabajo o llevar a sus hijos a la escuela. Luego, está el punto 4 que son los imprevistos o deudas. Y finalmente, lo sobrante puede servir para el ahorro de un evento próximo o para nuestros gastos libres. ¿Podríamos considerar que la supuesta persona anterior es ahorradora? Yo considero que sí, pero puede pasar a otro nivel. ¿Por qué Alemania sirve de ejemplo de ahorro?

En primer lugar, Alemania es un país referente del mundo en cuanto a calidad de vida. Los youtubers que publican videos de otras culturas, se admiran de su cultura, de su limpieza, de su gran sistema de seguridad social, de su desarrollo industrial. Sin embargo, su grandeza actual tiene explicaciones.

Me agrada cómo la autora Liliana Olivares, en su libro Maldita pobreza, habla de Alemania en cuanto a la cultura de ahorro. “Aprenden a ahorrar desde niños y cuando son adultos no les cuesta trabajo continuar haciéndolo. Integran el ahorro de manera orgánica en sus rutinas”.

Ahondemos en la expresión “integran el ahorro de manera orgánica en sus rutinas”. Esto quiere decir que el ahorro no significa para ellos un sacrificio para el próximo carro, los próximos XV años o el iPhone más reciente. Para ellos, o en general para la mayoría de los alemanes, el ahorro es una rutina de vida. Podríamos decir que, para ellos, al punto 2 de las obligaciones básicas, como la renta, la despensa y el transporte, le agregan el ahorro.

Conclusiones 

El ahorro sí tiene una variable en cuanto al nivel de ingresos. No es lo mismo tener para la comida del día a que tus dilemas económicos sean si viajas o no este año a Cancún. Pero no deja de ser cierto que el ahorro es esencialmente un hábito. Más allá de los ingresos. Muchas veces queremos tener los éxitos de otros países, pero más importante es querer tener los hábitos que llevaron al éxito a esos países. 

Yo creo que los veracruzanos tenemos una enorme ética laboral que nos permite continuamente generar ingresos para nuestra familia en Veracruz, en otros estados de la República o incluso migrando a Estados Unidos. Por lo tanto, el ahorro es el siguiente paso para nuestra prosperidad financiera. Luego, deberá venir la inversión. Pero ese es otro tema.