Luis Bello Estrada
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En las últimas semanas de junio nuestro país padeció el tan anunciado cambio climático, las temperaturas se elevaron como no las habíamos conocido, La capital de Veracruz Xalapa, tradicionalmente con uno de los climas más amigables del país, se convirtió en un “horno”, no se diga el sur del estado tradicionalmente de altas temperaturas. La escasez de agua fue el segundo fenómeno evidente, el tercero las enfermedades de vías respiratorias, también los incendios forestales se hicieron presentes, calentando más al ambiente, el uso de ventiladores y climas en las casas y carros obviamente también impactó por el mayor consumo de energía con la consabida mayor quema de combustibles fósiles y elevación de costos para los conductores, como en los hogares.
Los pronósticos no son alentadores, aunque el mes de julio ha aparecido menos tortuoso, se espera que para el de Agosto se repitan los estragos padecidos, las temperaturas medias diarias vuelvan a superar marcas históricas. Si contrario a los pronósticos ello no sucede, seguro que podemos predecir sin temor a equivocarnos que en mediato o inmediato plazo las cosas se pondrán aun peor. No se trata de ser catastrofista sino realista. Es reconocido por empíricos y científicos que el llamado “Calentamiento global” no se estanca, sino que avanza y que cada época va a empeorar. Se considera que hemos llegado a un sobrecalentamiento de 1.5 grados centígrados pero que entre el 1.7 y el 2.4 el cambio será irreversible, es decir será un punto sin retorno y la vida en general y la humana por supuesto se extinguirán.
El analfabetismo funcional es el impedimento para que las personas reconozcan los símbolos, grafías o letras, las interpreten y oportunamente actúen ante ellas. En ese sentido la humanidad padece algo similar para interpretar las condiciones de vida adversa, procesos crecientes que le acontecen en su perjuicio. Es una información cotidiana enterarse de las migraciones y violencia que ocurre por la escasez de agua o por las inundaciones causadas por el cambio climático, eventos meteorológicos que implican pérdidas de cosechas y alimentos, muerte de flora y fauna, rompimiento de ciclos vitales y ciclos biológicos de animales. Acidificación del agua, inclusive de la de lluvia y muerte de bosques y selvas, desforestación que continúa con erosión o pérdida de la capa de tierra de la que comemos y donde vive la flora y fauna que nos alimenta y retiene las aguas. Pero es evidente y de padecimiento común los altos calores, innegables como prueba del mencionado calentamiento.
El tema del cambio climático y calentamiento global supera por mucho una preocupación de moda o algo pasajero, trasciende nuestra forma de vida porque constituye la amenaza más importante de la sobrevivencia de nuestra especie. La atención del problema implica replantear el “orden imaginado” que damos a nuestra vida, que por ahora evidentemente nos lleva a la extinción.
