Probables hechos de corrupción podrían estar detrás de los permisos que se expiden para la construcción de conjuntos habitacionales en zonas de alto riesgo, como laderas o cercanas a ríos y arroyos. La práctica pudiera suceder en la mayoría de los municipios veracruzanos donde, coincidentemente, ocurren inundaciones, acusó el biólogo Héctor Rojas.
Esta práctica se habría vuelto común en la mayor parte del territorio estatal e incluso nacional “y en absoluto que no es correcto, hay una disciplina combinada en el área de ciencias biológicas y se llama ordenamiento territorial, y tiene que ver mucho con la planificación que hacen arquitectos e ingenieros civiles en función de las características del entorno y características físicas que son las más fundamentales que pueden concurrir”.
Entre esas características están las condiciones del clima e incluso a veces hasta las tradiciones de las comunidades que se encuentran. “Sin embargo, se ha estilado que durante décadas y con el afán de cumplir esas promesas políticas de bienestar, de que te vamos a incluir en tal o cual programa, que vas a estar bien, entre otras, se permitió la construcción de inmuebles en zonas donde las características del suelo, de la geografía son más bien contrarias a la posibilidad de seguridad”.
En esto tiene mucho que las herencias culturales que llegaron desde Europa “cuando los conquistadores llegaron venían acostumbrados a construir prácticamente en cualquier sitio de España que es muy plano y cuando llegan a México se encuentra con un territorio accidentado geográficamente y lo que hacen es buscar los sitios más planos para hacer sus construcciones y los más planos son las partes más bajas de las cuencas, y localidades importantes que tenemos fueron fundadas en valles y llanuras que se encuentran rodeadas de montañas y esto es como haber puesto en el lugar menos apropiado”.
En esos lugares se concentran “las aguas cuando caen y Orizaba no es un caso especial, somos el fondo de una pequeña cuenca incluso atraviesan varios ríos por la ciudad que son el cauce principal de las aguas cuando llueven. Lo que pasó en Ixtaczoquitlán puede ser que se autorizaron permisos sin haber hecho un estudio previo del sitio y conlleva varias responsabilidades, porque no se respetan las condiciones o simplemente se brincan.
“Las licitaciones, las normativas que debe de llevarse, muchas veces no las obedecen, no se acatan y si construyes un edificio que está justo o cerca de un río, pues incurres en una violación, dicen que el agua tiene memoria y es cuando vienen las consecuencias, y lo más grave son las pérdidas de vida”.
Construir en laderas también es muy grave, sostiene, “no hacer los estudios previos es gravísimo y muchas veces no se analizan las pendientes de los terrenos, y aun así se le permite a la gente construir. Para que puedas construir algo más o menos libre donde la gente se pueda medio mover, tiene que quitar algún tipo de vegetación alrededor y eso significa que estás quitando raíces, follaje y de alguna manera empeoras las condiciones, porque sin árboles la tierra se deslava y empeoran las cosas”.
Presuntos hechos de corrupción es cómo se dan los permisos, “no nos consta, pero nos imaginamos, parece muy evidente que cuando eso ocurre, siempre hay algo de corrupción y el no atender a lo que dicen los especialistas, también le podemos llamar corrupción a no poner atención a los consejos de la gente que conoce de diversos temas, es muy probable que algunos estudios digan no se puede, pero muchas veces se dice sí se puede y como dijeran: ‘no me vengan con que la ley es la ley’”, afirma el biólogo.
Por su parte, René Cruz Camacho, arquitecto de profesión y ex presidente del Colegio de Arquitectos en Orizaba, señala que “las viviendas unifamiliares en terreno urbano son más responsabilidad del perito constructor; los desarrollos habitacionales privados son corresponsabilidad de municipios y protección civil, pues engloba terrenos subdividido por leyes estatales y federales. Los ayuntamientos son los que otorgan las licencias de obras y actualmente son trámites muy rigurosos y lentos”.
