En medio de las deficiencias en materia de sostenibilidad, que son un pendiente histórico por atenderse en la capital del estado, Xalapa descendió en 2022 del lugar 5 al último de 23 ciudades analizadas por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) en su evaluación anual del Índice de Competencia Urbana (ICU), que tiene el propósito de medir “la capacidad de las ciudades mexicanas para atraer y retener talento e inversión. Una ciudad competitiva es una ciudad que maximiza la productividad y el bienestar de sus habitantes”, expone el documento.
El estudio del IMCO, que ubica a la capital en el rubro por tamaño de ciudades que cuentan con una población de entre 500 mil y un millón de habitantes, considera 10 subíndices como factores específicos, entre los cuales en el de medio ambiente tuvo la actual administración municipal el desplome en su desempeño, quedando por debajo de Poza Rica (lugar 16) y Veracruz (7).
De acuerdo con el análisis, el subíndice de Medio Ambiente en el que ahora Xalapa ocupa la posición 23, “mide la capacidad de las ciudades para relacionarse de manera sostenible y responsable con su entorno y los recursos naturales”.
Esto es, escruta la generación, el manejo y disposición de residuos sólidos; el tratamiento del agua, así como el consumo, la calidad, el costo y el acceso a su servicio, además de la atención a desastres.
Lo anterior resulta en un declive en el bienestar de la población xalapeña, aparte del estancamiento en las políticas de desarrollo sustentable, que ulteriormente impactan negativamente en los habitantes en términos de salud y derechos, al tiempo que desincentivan el atractivo de la ciudad, mermando su ya maltrecha economía.
