Orizaba, Ver.- Tan grave es la etapa en la que entró el glaciar Jamapa del Pico de Orizaba, que su lapso de extinción pasó de 40 a 10 años, es decir, en una década desaparecerá el último de los 14 glaciares que en su momento coronaron la cima volcánica. Las consecuencias, según advierte Ricardo Rodríguez Demeneghi, no serán, sino que ya son, catastróficas, tanto para el medio ambiente, pero sobre todo para la humanidad.
Las condiciones actuales en las que se encuentra el único glaciar que sobrevive al cambio climático en la cima del Pico de Orizaba cada vez son más complicadas, “los científicos dicen que hasta 60% se ha derretido. Hasta hace poco, los expertos estimaban que tal vez sólo le quedaban 40 años. Pero ahora, dicen que desaparecerá dentro de una década”, es lo que se lee en un artículo del portal The World, disponible en: https://theworld.org/stories/2022-04-12/mexicos-last-glaciers-melt-communities-depend-mountain-springs-scramble-find y confirmada a La Jornada Veracruz por el experimentado montañista, primer veracruzano en ascender en el Aconcagua.
“Este río siempre tuvo agua, aunque disminuía [en] ciertas épocas del año, ahora, es un río seco. Solo tiene agua en época de lluvias. Ese es un problema para los pueblos y ciudades en el lado sur del volcán que obtienen gran parte del agua de los manantiales de la montaña. No siempre hay suficiente para todos”.
La escasez, ya marcada en las comunidades cercanas al Pico de Orizaba, se repite en cada una de ellas, “es la misma historia 20 minutos al sur, en el pueblo de Atzitzintla. En el idioma indígena local náhuatl, el nombre significa ‘lugar de los ríos pequeños’”, sostiene el portal web.
Otro de los problemas que agobian al Pico de Orizaba, cuenta Rodríguez Demeneghi, montañista y representante de la organización Salvemos el Pico de Orizaba, es la deforestación que empeora paulatinamente: “El volcán, una vez cubierto por bosques de pinos, ahora está lleno de campos donde hay cultivos y pastan ovejas. Un informe de 2014 afirma que, en un período de 25 años, Orizaba perdió 87% de su vegetación. Las autoridades hacen la vista gorda ante esta deforestación a pesar de que es ilegal.
”Eso es porque los bosques ayudan a mantener fresca la ladera de la montaña, los árboles ayudan a condensar y capturar la humedad de las nubes mojadas que viajan desde la costa del Caribe”, señala.
Con todo, la organización que él encabeza, reconoce, ya empieza a tener resultados, según cuenta, “ocho años después, pueden ver los resultados, pues el área está llena de pinos de coníferas, de hecho, se da a conocer que Salvemos al Pico de Orizaba plantó 5 millones de árboles y construyó líneas de fuego para ayudar a controlar posibles incendios forestales”.
Estas son algunas de las consecuencias de las condiciones en las que se encuentra el volcán, “y lo vemos en el río Jamapa que ha disminuido su caudal lo que provoca escasez de agua en los municipios de la zona centro del estado, como lo estamos viendo”.
