Orizaba, Ver.- El incremento de contagios de covid-19 pone en riesgo, de nuevo, las actividades públicas y privadas e incluso económicas de la población en el estado, de hecho, Helkyn Enríquez Báez, vocero de la Diócesis de Orizaba, llama a que las medidas sanitarias “se retomen y refuercen” para evitar una nueva parálisis de la vida diaria; igual señala que en las Jornadas por la paz, iniciadas el fin de semana, también se orará por quienes delinquen.
El prelado asegura que la Iglesia católica, en la Diócesis de Orizaba, “mantiene las medidas sanitarias en cada uno de los templos y mientras las autoridades sanitarias no indican lo contrario nosotros vamos a mantener esas medidas”, pero a la vez hace el reclamo a que las acciones preventivas se recrudezcan en algunos lugares en donde de plano se relajaron y en otros hasta se eliminaron, “más bien esperaríamos que también se refuercen en otros espacios, en donde parece que se han relajado y por eso también se han incrementado los números de contagios”.
Ojalá que, como sociedad, señala, “actuemos de forma responsable para evitar que se incremente el número de casos y con eso evitar que se vean afectadas las actividades económicas, laborales y educativas en la región de Orizaba, así como en el estado y el país”.
Además, advierte que, aunque en los templos religiosos no se han suspendido las celebraciones eclesiásticas, “se mantienen las medidas preventivas sobre todo porque constatamos un incremento en los contagios por covid-19 y es necesario que como sociedad tomemos las medidas correspondientes”.
Por otro lado, reiteró que el siguiente fin de semana las acciones por la paz van a continuar en todos los templos religiosos, “vamos a seguir con el exhorto de los obispos en nuestro país, y durante este mes se tendrá una jornada de oración por la paz y no nada más de oración, sino también de acción. Como recordamos se va a pedir en todas las misas por los religiosos, religiosas, sacerdotes asesinados en nuestro país en los últimos años, también se tendrán acciones comunitarias y otras de acuerdo con la organización de cada decanato en la Diócesis y de cada parroquia”.
Pero la jerarquía católica no únicamente ora por las víctimas de la violencia, “sino además pediremos por aquellos que olvidándose de que somos hermanos provocan sufrimiento y muerte. Esos son signos que ayudan por un lado a sensibilizar a nuestra comunidad de la realidad de violencia que existe en nuestro país, aunque algunos no la quieran reconocer, y por otro lado también porque sabemos que en Dios está puesta nuestra esperanza esa fortaleza y también nos recuerda la misión que tenemos los cristianos de construir la paz y ayudar a restaurar el tejido social y de seguir creciendo como estado de justicia y del derecho con nuestra participación en los ambientes que nos toquen”.
