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Familiares de personas con autismo lamentan desinterés político para velar por sus derechos

Tanto gobernadores como legisladores no se interesan por las personas con autismo, porque no es un tema político que les haga ganar votos en las urnas, y un ejemplo de la omisión cometida por las autoridades es que la Ley para la Atención de Personas con Autismo sigue sin contar con un reglamento, indicaron familias.

En el Día Mundial de la Concientización del Autismo, los ciudadanos salieron a marchar con camisetas y globos de color azul con blanco, y recorrieron la avenida Manuel Ávila Camacho, Ignacio Zaragoza, Leandro Valle y finalizaron en el parque Benito Juárez, de Xalapa.

Solicitaron al gobernador Cuitláhuac García y a las y los diputados locales que se apruebe el marco regulatorio de la Ley para la Atención de Personas con Autismo, y que la Secretaría de Salud (SS), Servicios de Salud de Veracruz (Sesver) y el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) gestionen un padrón de las personas que viven con esta condición.

Señalaron que a los gobernadores y legisladores no les interesa atender a las personas con autismo porque no representan votos en las urnas cuando hay procesos electorales, motivo por el que no se han interesado en el marco regulatorio.

Criticaron que los palacios municipales colocan luces azules por Día Mundial de la Concientización del Autismo, pero esta acción “no sirve”, sino que se necesitan escuelas, hospitales, médicos especialistas para atender a este sector de la población.

La Ley para la Atención, Intervención, Protección e Inclusión de las Personas con Trastorno del Espectro Autista para el Estado de Veracruz fue aprobada el 12 de julio del 2018, e impulsada por la ex diputada local Cinthya Lobato Calderón, pero al no contar con un reglamento, no hay la plena integración e inclusión educativa, social y laboral, de las personas con este padecimiento en un ambiente libre de discriminación y con un enfoque especializado e integral, mediante la protección de sus derechos humanos.

La madre de un adolescente con autismo, Janeth Díaz, expuso:

“Es necesario que el gobierno del estado tome cartas en el asunto para que haya un padrón, un esquema de trabajo con instituciones educativas, porque no todos son niños, hay adolescentes, adultos, que a veces son diagnosticados en la adultez”.

Las madres de familia informaron que antes de la administración del ex gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, cerca de 250 menores de edad y adolescentes eran atendidos por terapeutas y paidopsiquiatras en el Centro Estatal de Atención y Diagnóstico de Autismo (CEDA), pero a la llegada del mandatario en mención se despidió a los especialistas.

“Cuando entró el gobierno de Yunes Linares valió todo, veníamos trabajando con médicos homeópatas porque a los niños con tanto medicamento se les afecta el estómago, eso se acabó. Nos pusieron una directora del CEDA con maestría en España, pero no nos atendían. Buscamos muchísimo al licenciado Yunes y no nos atendió”, expusieron.

A partir del 2016, el CEDA comenzó a debilitarse, porque las madres y padres al ver que sus hijos e hijas con autismo no eran atendidos por terapeutas y médicos neurólogos, dejaron de llevarlos.

“Llevar un hijo al CEDA era pagar taxis, para los que vivimos en Xalapa teníamos gastos de entre 150 y 200 pesos porque está ubicado en el Centro de Rehabilitación e Inclusión Social de Veracruz (Crisver), y al ver que no los atendían, que no había avances, muchos dejaron de venir”. 

Refirió que sus hijos e hijas son víctimas de discriminación en escuelas, restaurantes, parques y plazas comerciales. 

“Hemos visto a papás que se convierten en terapeutas de sus hijos. También hay que decirlo, hay niños con autismo que los abandona la madre o el padre, porque es una responsabilidad fuerte que no todos saben llevar”. 

Las madres de familia exhortaron a los ciudadanos y ciudadanas a que tengan empatía con las personas con autismo, y dejen a un lado los rechazos.

“Son rechazadas las personas con autismo, porque los humanos rechazamos lo diferente a nosotros. A veces gritan, a veces lloran, pero es por su condición, no porque estén mal educados o sean agresivos”.

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