El asesinato de cinco menores de edad en una semana en Veracruz son los “síntomas de una guerra” y la facilidad con que pueden acceder los mexicanos a las 17 millones de armas ilegales que circulan en el país, por lo que es urgente que instituciones, gobiernos y familias atiendan, cuiden y se críen con afecto y habilidades psicoemocionales a infante y adolescentes, coincidieron defensores de derechos de niños y adolescentes.
El coordinador de Tejiendo Redes de Infancia en América Latina y el Caribe, Juan Martín Pérez García; el colaborador de Desarrollo Autogestionario AC (AUGE) Eduardo Cervantes Magaña; y la directora de Movimiento de Apoyo a Niños, Niñas, Trabajadores y de la Calle (Matraca) Érika Antonio Blanco, instaron a las autoridades para que se atienda la violencia contra los menores de edad y no dejar en la impunidad estos asesinatos; a la sociedad le hicieron el exhorto de no olvidar “estas tragedias familiares”.
En la última semana en el estado la violencia arrebató la vida de cinco menores de 7 y 16 años en La Perla y Veracruz puerto.
El domingo 15 de enero, en La Perla, Eduardo, de 10 años, disparó a su amigo de 11 años, Samuel, quien murió en el hospital.
El martes 17 de enero, un estudiante del Colegio de Bachilleres del Estado de Veracruz, Joel, con 16 años fue asesinado en Veracruz cuando lo asaltaron para robarle su celular. El domingo 22 de enero, tres menores de edad fueron acribillados en un ataque armado en contra de su padre también en el municipio de Veracruz cuando llegaron cuatro vehículos con sicarios que dispararon más de 400 balas.
El coordinador de Tejiendo Redes de Infancia, Juan Martín Pérez García expresó que desde hace 15 años se militarizó el país; hay personas armadas en las calles y comunidades donde no se veía anteriormente.
En el caso de la tragedia de La Perla, lo que refleja es que el uso de las armas para atacar a otras personas es parte de su vida.
En tanto que la ejecución de una familia en la carretera federal Veracruz-Xalapa, colonia Las Bajadas, es la muestra de que los grupos criminales rebasaron las fronteras de no atacar a niños, personas adultas mayores, mujeres embarazadas y personas con alguna discapacidad.
Puntualizó que los asesinatos de menores de edad no deberían tipificarse cómo “daños colaterales”, porque este término se usa en un conflicto armado reconocido por instancias internacionales.
Pérez García expuso que militares, marinos, policías estatales, municipales y los grupos criminales han encontrado que un punto de vulnerabilidad es cuando viajan o conviven con sus familias, porque en esos momentos no portan armas.
Violencia contra menores, por falla de padres y gobierno: AUGE
A su vez, el colaborador de Desarrollo Autogestionario AC (AUGE), Eduardo Cervantes Magaña, explicó que la violencia ejercida en contra de menores es el resultado de factores de riesgo que se han desatendido desde la escuela, la familia y las instituciones, lo que se ve reflejado en el alza de asesinatos contra niños y adolescentes.
Opinó que ino de los factores de riesgo es la omisión de cuidados en la familia, en el que padre y madre trabajan fuera de casa para pagar los gastos (renta, alimentación, vestido, calzado, estudios) para los hijos.
Otra desatención es la del Estado, que abandonó el diseño de políticas dirigidas para garantizar los derechos de las infancias y adolescencias, que van desde la alimentación, el agua, el deporte, la educación y espacios seguros, entre otros.
Un tercer factor generador de muertes de menores es la facilidad de acceso a contenidos con alta carga de violencia en medios de comunicación y redes digitales que no están regulados.
Niños y adolescentes normalizaron la violencia y la inseguridad
Al ver que los adultos normalizaron y naturalizaron la violencia que se vive día a día en las calles, en el hogar, en redes sociales, medios de comunicación y programas de entretenimiento, los niños y adolescentes, los menores replican este comportamiento, refirió la directora de Movimiento de Apoyo a Niños, Niñas, Trabajadores y de la Calle (Matraca) Érika Antonio Blanco.
Opinó que lo que hacen los niños y adolescentes es “introyectar” la violencia, la normalizan y lo replican en la convivencia, por lo que es urgente que las instituciones brinden talleres de sensibilización, prevención y cuidados.
Asimismo, exhortó a la Fiscalía General del Estado (FGE), al gobierno de Veracruz para que investigue y dé con los responsables de las muertes de los menores de edad, no solo de los ocurridos en enero, sino de hechos violentos pasados.