Los diputados federales de izquierda votaron a favor de cambios en las leyes que permitirán que las empresas de cobranza intervengan el salario de los trabajadores para cobrar adeudos. Con todo y que fueron advertidos por sindicatos y defensores de derechos humanos que eso es una aberración medieval. No son los mismos diputados pero pertenecen a los mismos partidos que en la Legislatura local pasada no fueron capaces de despenalizar por completo el aborto.
Con ese desempeño legislativo y con ese clarísimo desapego al interés de sus electores, cabe preguntar a quién es que representan realmente los diputados porque, por lo menos en estos dos casos, es claro que a sus electores no. La aberración es de tal nivel que el Presidente de la República se los dijo ayer con todas sus letras, es medieval.
El asunto no es menor, revela que la clase política del país sigue igual de divorciada del interés del público. O es por indiferencia o es por estulticia. En cualquier caso es gravísimo y exige revisar nominalmente quiénes votaron con ese sentido y pedirles explicación puntual.