Hace unos días se aventuró la idea de que asistimos a un enfrentamiento fundacional de modelos de Estado capitalista: el capitalismo neoliberal donde el Estado es un mero facilitador de los intereses del capital; o el del capitalismo racional donde el Estado es un actor económico que tiene el deber de proteger el interés del capitalismo nacional y compensar las distorsiones del sistema económico.
Biden y la Unión Europea con la intención de homologar al planeta bajo la racionalidad del consumo ad nauseam; frente a Putin que, independientemente de su perfil y estilo de gobierno, representa un capitalismo donde el Estado conserva la capacidad rectora de la economía. Esto es, la Federación Rusa es la economía capitalista no neoliberal más fuerte del planeta. Hay otras que, junto con México, están ya de lleno en la redefinición del modelo de Estado. El desmantelamiento del Estado neoliberal. Es eso lo que está a discusión en el planeta con las sanciones económicas agravadas impuestas a Rusia hace un par de días.
Suena mal, pero los gobiernos occidentales parecen decididos en fortalecer la moneda rusa en la canasta internacional. La alianza atlántica ha fortalecido la moneda y economía rusas porque sus medidas contra Rusia han encarecido los costos del abastecimiento energético y alimentario a Europa. Lo cual, a todas luces es una mala decisión. Dicho de otro modo, quien tiene la iniciativa estratégica en este escenario de guerra económica es Rusia.
Guardadas todas las proporciones, es la misma actitud fundamentalista del conservadurismo nacional incapaz de reconocer que es posible un modelo de Estado capitalista en donde el gobierno asume la responsabilidad como rector de la orientación de la actividad económica y compensador de sus costos sociales. Un capitalismo socialmente responsable se multiplica por Latinoamérica. Guardados todos los matices, es un poco lo que representa Trump para la clase obrera norteamericana: un capitalismo industrial que recupere la calidad de vida para la clase trabajadora desechada por el modelo neoliberal.
Es eso lo que se juega en este enfrentamiento económico, el modelo de Estado capitalista. Falta por ver si Biden y sus secuaces son capaces de entender que están perdiendo lastimosamente y reconocen que es mejor desescalar el conflicto antes de que los costos sean impagables.
