Rafael López Castro se puso de pie desde su lugar en la mesa del presidio, y alzó un vaso hasta la altura de la vista: ¡Brindo con ustedes con un vaso de agua”. En el auditorio hubo risas cómplices, aplausos y miradas de admiración. Este acto espontáneo fue el cierre de la presentación de Suave Trazo, un libro-homenaje que reúne cincuenta años del trabajo de López Castro en el diseño gráfico.
El viernes 4 de enero fue uno de los días invernales más fríos en la capital de Veracruz, el termómetro bajó hasta los 9 grados centígrados, y una tupida llovizna fue consistente durante todo el día. Pero a las 18:00 horas, en el interior del auditorio del Museo de Antropología de Xalapa, las inclemencias del tiempo estuvieron ausentes.
Pintores, artistas plásticos, fotógrafos, grabadores, literatos, egresados y profesores de la Facultad de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana (UV) cobijaron el homenaje a Rafael López Castro, considerado, junto con Vicente Rojo, uno de los máximos representantes de la escuela de la Imprenta Madero
Apenas se había roto la formalidad del evento, los presentes se agolparon en torno a Lopez Castro para la firma de libros, se lo turnaban para saludarlo, expresarle algunas palabras de admiración, contarle alguna anécdota. El homenajeado estaba de buen humor, bromeó sin prisas con sus interlocutores, firmó hasta el último de los libros que le pusieron enfrente.
Era tarde, pero López Castro no tenía prisa, y se dio tiempo para recorrer la muestra textil Así viste mi pueblo. Indumentaria tradicional de Veracruz, una selección de atavíos tradicionales de las diversas regiones de Veracruz,del coreógrafo René Ramírez Ordóñez.
López Castro, memoria y patrimonio colectivo
La presentación de Suave Trazo. Rafael López Castro. Diseñador gráfico mexicano es una de las primeras actividades presenciales de la Editorial de la Universidad Veracruzana (UV) en lo que va del 2022. Y la pandemia impuso sus reglas: el cupo fue de 70 por ciento en el recinto, los asistentes estuvieron a un asiento de distancia, y el cubrebocas fue obligatorio durante todo el evento.
Pero las reglas de la pandemia tampoco enfriaron el homenaje, en el ambiente ondeaban palabras de cariño y reconocimiento que acogieron al indio blanco de Los Altos, de Jalisco, que es referente en la historia del diseño gráfico en México. Y uno a uno de los invitados al evento, hilvanaron las características y elementos más importantes de la aportación de López Castro y la relevancia de reunir su trabajo en libro.
“Hablar de Lopez Castro equivale a referir su aportación a la cultura gráfica de este país, a la historia del diseño gráfico, carteles, logotipos, portadas de discos, libros y revistas por encargo, publicaciones de fotografías y diseños de su autoría. Bestiarios, seres fantásticos y collage forman parte de ese imaginario, que es suyo y colectivo, que son memoria y patrimonio colectivo, pero suyo”, dijo José Manuel Morelos, director del Instituto de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana y uno de los anfitriones del evento.
En la presentación, Manuel Morelos estuvo codo a codo con López Castro, y en su intervención leyó un textos de su autoría, que forma parte de Suave Trazo: “El niño al que la morenita le guiñó un ojo”, en donde describió que en la obra del homenajeado se observa el predominio del dibujo, la inteligencia y audacia en sus ensamblajes e instalaciones.
Dijo que lo inverosímil, lo lúdico, el humor, el erotismo y el amor puede verse en cada uno de sus trazos, “su obra nos remite a México, su imaginería e identidad popular, al festín de sus sentidos, por lo que algunos apresurados lo definen como mexicanista, cosa que a él le hace lo que viento a Juárez”.
Manuel Morelos resaltó que el trabajo de López Castro “después de comunicar de manera elocuente y diáfana en un espacio y tiempo determinado, queda como memoria, y como resorte de la memoria, como obra de arte, como fetiche y pieza de colección”.
“Aludir a López Castro es hablar del maestro de maestros, de esos que no son de aulas y que hacen escuela en tanto construyen conocimiento desde su oficio, a partir de la estética de su ética”.
