Dora Villanueva
La vaga pregunta queda suelta en la más conocida plataforma de inteligencia artificial generativa, entrenada para interactuar a través de mensajes de texto, sin ninguna especialidad en alguna ciencia o disciplina.
Chat GPT, antes que nada es cortés:
En la amplitud de todo lo que podría ser, el modelo de lenguaje reconoce:
Los consejos y la guía para una automedicación con fármacos de venta libre no dejan de ser compensados con un último exhorto:
El acelerado paso que están viendo los sistemas de inteligencia artificial generativa ha ampliado también las discusiones sobre sus alcances, los sectores económicos en que puede integrarse y los empleos que se enfila a reemplazar. Una de esas aplicaciones ocurre ya en el ramo de la medicina, donde hay diversas herramientas ya en funcionamiento, sobre todo para remplazar trabajo administrativo, pero a la par hay usos, sobre todo en imagenología, dirigidos a agilizar un diagnóstico.
Como en otros sectores, el avance de la inteligencia artificial (IA) en la salud es impulsado por su capacidad de tomar un conjunto de datos no estructurados y darles sentido. Una aplicación no especializada, como ChatGPT, se aventura a dar información condensada sobre posibles causas de un padecimiento, los medicamentos de uso frecuente para la situación y otros consejos terapéuticos comunes.
No obstante, las grandes tecnológicas como Google, Microsoft, así como Amazon, cuentan con sistemas de inteligencia artificial, de inicio chatbots y asistentes para procesar historias clínicas, que están orientados a usarse explícitamente en el ámbito médico. También algunos desarrollos de nicho están avanzando en cuanto a bases de datos con información médica de pacientes anónimos para ayudar en la determinación de un diagnóstico.