Dinero Tropical
Por José Hernández Herrera
En la teoría de la filosofía existe según Aristóteles un camino para llegar a la virtud. Ese camino nos lleva al punto medio. Esa idea básicamente nos sugiere que en cualquier pensamiento o acción debemos de alejarnos de dos extremos viciosos.
Por ejemplo, cuando hablamos de valentía, el justo medio sería un punto entre la cobardía y la temeridad. En cuanto al tema del dinero, lo ideal sería ser generoso. Ser generoso es un punto entre el avaro y el derrochador.
Para cualquiera que haya intentado ser valiente o generoso ya habrá encontrado lo difícil que es encontrar ese punto medio como forma de vida. Ser virtuoso no es fácil y sin embargo debe ser un ideal de vida. Las mayores satisfacciones se encuentran en ese punto medio.
La austeridad republicana.
En este gobierno se retomó una idea que se ha convertido en un mantra: la austeridad republicana. Basado en los principios de gobierno que vivió Benito Juárez esta idea nos dice que esencialmente el funcionario publico debe vivir “en la justa medianía”.
Desde el punto de vista de Andrés Manuel López Obrador el derroche, la frivolidad, la burocracia dorada, los sueldos excesivos y demás es el vicio. Es la antítesis de la sobriedad en un gobierno.
Según sus detractores, la ausencia de lo básico para el funcionamiento de un aparato de gobierno, el desabasto de productos médicos o la carencia de servicios, el injusto pago de los funcionarios públicos para que puedan ejercer sus labores sin preocupaciones económicas es extremo. Es irse a un extremo dañino de la austeridad de un gobierno.
Mas allá de opiniones, los números nos dicen que el presidente Andrés Manuel López Obrador no estaba tan errado. Si existía y existe derroche en el gobierno. Como bien ha dicho el presidente, su papel es simplemente dejar las bases de un México nuevo. Las bases de la Cuarta Transformación.
Muchos de sus proyectos y programas han sido implementados sin obtener más recursos de la forma “fácil”, es decir subiendo impuestos. Al final, una efectiva recaudación fiscal especialmente a los grandes evasores y una austeridad republicana han permitido que, según datos del presidente, el 85% de hogares reciba al menos un apoyo del gobierno.
La austeridad personal.
Todo esto del gobierno austero y sus críticos es interesante. Pero la pregunta importante es ¿Cómo podemos aplicar esto en la vida de cada uno de los veracruzanos?
Al final la sobriedad en nuestra vida económica no es un debate filosófico que no se pueda materializar en acciones de nuestro día a día. Todo lo contrario. Pero como dije al principio, es difícil. Al menos hasta que se vuelve una forma de vida.
Nuestra austeridad no significa vivir en pobreza. Significa aprender a vivir primero con lo necesario como es un techo donde vivir, la comida, el transporte y la salud. Luego, de ello debe seguir el ahorro y posteriormente por supuesto tener ciertos gustos que entran dentro de nuestros gustos muy personales.
La frivolidad sin embargo muchas veces nos lleva a vivir primero con gustos personales, luego pagar lo necesario y finalmente no tener que ahorrar.