Durante la conferencia “prevención del uso nocivo del alcohol y la importancia de difundir el Trago Estándar”, Lorena Cruz Martín del Campo, especialista en Neurobiología de las adicciones e investigadora del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), señaló que algunos jóvenes que no tienen problemas de dependencia pueden alterar su vida o la de otras personas por un consumo excesivo por ocasión, ya que son presionados para beber “de manera explosiva” cuando van a fiestas o reuniones.
“Encontramos conceptos tan contrarios a la salud como el juebebes, es decir que desde el jueves tienes que beber. Entonces las personas que no tienen ninguna dificultad entre semana, el fin de semana pueden tener ese consumo excesivo, y son las que están en las estadísticas”.
Indicó que otra de las cifras preocupantes son los jóvenes que ingresan a la universidad, quienes al ser encuestados se ve que algunos cumplen con los criterios de dependencia al alcohol. “Por otro lado, nuestros estudios en escuelas indican que niños de quinto y sexto de primaria ya lo han consumido en exceso. Eso es una barbaridad y falta de capacidad de los adultos de hacer nuestro trabajo”.
En el evento se dio a conocer el lanzamiento del libro “El trago estándar en México: Una herramienta para la prevención del uso nocivo del alcohol”.
Jessica Paredes Durán, directora general de la Fundación de Investigaciones Sociales (FISAC), detalló que el Trago Estándar es una herramienta de prevención del uso nocivo del alcohol que permite contabilizar la cantidad de alcohol que se consume; ayuda a la persona a tener el control para decidir moderadamente. En el país un trago estándar equivale a 13 gramos que equivale a 16 ml de alcohol puro.
Los panelistas apuntaron que la mayoría de la gente desconoce es que un trago estándar es igual en una copa con vino de (120 ml); una lata con cerveza (355 ml) y un caballito de algún destilado (45 ml); ya que toda bebida servida como corresponde contiene la misma cantidad de alcohol.
Leticia Echeverría San Vicente, especialista en el tratamiento de conductas adictivas, dijo que en la actualidad a nivel nacional existen una serie de centros de atención de las adicciones dirigidos precisamente a las personas que están consumiendo bebidas alcohólicas en exceso, pero que aún no son dependientes. “Son intervenciones que tienen básicamente cuatro p cinco sesiones, y después viene un proceso de reeducación sobre el consumo que tiene que ver con la medida el trago estándar para reducir su consumo”.