Agustín Carpio Pérez, representante de la Organización de los Pueblos Originarios en Movimiento del municipio de Ixhuatlán de Madero, denunció los abusos de autoridad y arbitrariedades cometidos por elementos de la Fuerza Civil de la Delegación Benito Juárez contra pobladores, problema que –sostuvo– se ha agudizado en los últimos seis meses.
Demandó la intervención del titular de Seguridad Pública del Estado (SSP), Cuauhtémoc Zúñiga Bonilla, para que detenga estas arbitrariedades de malos elementos ya que con su actuar alteran la paz y tranquilidad de las comunidades otomíes y tepehuas, causan temor pues incluso han llegado a amenazar de muerte a ciudadanos.
Explicó que por ello se organizaron 14 comunidades indígenas para visibilizar los abusos de los agentes policiacos, problema que ha ocurrido a partir del cambio del delegado, en abril.
Acusó que los elementos de la Fuerza Civil colocan retenes en puntos estratégicos “para pedir dinero a los que pasan por allí, como el que establecen en el crucero de Ixhuatlán de Madero-Tlalchiquile-Cruz Blanca, mejor conocido como El Jobo”.
Dijo que a los que tienen la mala suerte de toparse con ellos les exigen 500 pesos para pasar, argumentándoles cualquier anomalía y exigiendo la presentación de documentos de vehículos como la tarjeta de circulación y documentos personales que por costumbre no las llevan a la mano. Si no les dan el dinero solicitado son golpeados por los policías y amenazados, añadió.
Dijo tener conocimiento de al menos unas 300 personas de las comunidades Zapote Bravo, Cruz Blanca, Tlalchiquile, Zimatla, El Progreso, Felipe Ángeles y Jonotal Progreso que han sido extorsionadas por estos policías, por lo que dirigieron un oficio al titular de la SSP y a los directores de Asuntos Internos y de la Fuerza Civil para que paren estos abusos, los cambien o los den de baja, antes de que ocurra una situación que lamentar, advirtió.