Martha Anaya rescata la historia de una empresa de limpieza sueca que está entrenando cuervos salvajes para recoger colillas de cigarros y pequeños desechos en las distintas ciudades del país europeo.
Anaya señala que el empresario Christian Günther-Hanssen ideó entrenar a cuervos salvajes para que éstos recojan las colillas de cigarro. También organizó un pequeño aparato donde van los propios cuervos a dejar los desechos y cuando lo hacen les cae un poco de comida.
Tomas Thernström, estratega de residuos del municipio de Södertälje, observó que es posible “instruir a los cuervos para recoger colillas”, pero al mismo tiempo no se puede “enseñar a las personas a no tirarlas al suelo“.