En Tijuana se llevó a cabo y por parte de los cuerpos de seguridad como; la policía, la Guardia Nacional y el ejército un operativo para el desalojo de 381 migrantes mexicanos y de Centroamérica del campamento de “El Chaparral” la noche del domingo, situado en el paso fronterizo con Estados Unidos.
Por la mañana del domingo, autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM) anunciaron a los migrantes que solo podrían llevarse tres cambios de ropa a los albergues en donde serían reubicados.
“Hubo personas que se empezaron a ir y empezaron a subir por su voluntad, sin usar la fuerza pública, a los camiones que van a los distintos albergues”, dijo a la prensa la alcaldesa de la ciudad, Montserrat Caballero.
Sin embargo, cientos de carpas, cubiertas con bolsas y lonas, fueron derribadas con la ayuda de excavadoras y camiones mientras que los migrantes cargaban en bolsas y maletas sus escasos enseres, ropa y juguetes, para ser trasladados a tres albergues locales.
Los 381 migrantes, en su mayoría centroamericanos, permanecían desde hace casi un año en un improvisado campamento en los alrededores de la garita “El Chaparral” en Tijuana, estado de Baja California. Activistas y organizaciones humanitarias habían expresado preocupación por la situación de los cientos de migrantes, muchos de ellos niños.
