El encarecimiento mundial de los energéticos y la inflación, que han impuesto condiciones financieras más estrictas en los mercados globales, beneficiarán a las haciendas públicas de estados y municipios. Moody’s Local estima que las participaciones crecerán 10 por ciento este año, por arriba del promedio de 6.1 por ciento de los últimos cinco años, lo que “contribuirá a una estabilización en las principales métricas crediticias” de los gobiernos locales.
Sin embargo, la inflación no dejará de generar presiones para las haciendas públicas, dado que el gasto operativo —el que va a servicios personales, materiales, servicios generales y transferencias a organismos decentralizados— tiende a ajustarse con el incremento generalizado de precios y limitará una mejora financiera en algunas haciendas estatales y municipales.
La calificadora de riesgo consigna que las participaciones crecieron 21 por ciento entre enero y abril, lo cual ayudará a contrarrestar las presiones crediticias que surgieron durante los últimos dos años. Como parte de éstas, los ingresos tributarios aumentaron 12 por ciento anual, impulsados por el impuesto sobre la renta y el comercio exterior, mientras el componente que corresponde a los ingresos petroleros avanzó 137 por ciento.
Moody’s Local detalla que, en el caso de las haciendas locales, la renuncia recaudatoria por los estímulos a la gasolina se compensa prácticamente al doble por los mayores ingresos petroleros.
El incremento en la recaudación federal participable que proviene de los ingresos petroleros fue de 93 mil 42 millones entre enero y abril de 2022, lo que supera la reducción de 53 mil 667 millones de pesos por el estímulo al impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) en las gasolinas.
“De mantener estas tendencias durante todo el ejercicio, significaría que el incremento en los ingresos petroleros será más que suficiente para compensar el costo fiscal de los estímulos para los estados y municipios ”, pormenoriza Moody’s Local.
Si bien no se calculan amplios crecimientos en las aportaciones o convenios, que también son parte de las transferencias de la federación a haciendas locales, se espera que en general estas últimas crezcan 6 por ciento este año y 7 por ciento el siguiente. Mientras el gasto operativo promedia 7.4 por ciento en estados y 6.8 por ciento en municipios.
En general, se espera que los balances financieros serán superavitarios en 2022 y 2023 y por tal el costo de deuda a largo plazo será bajo, aunque algunos administraciones mantienen presiones de liquidez.
