México SA
Carlos Fernández-Vega
Periódico La Jornada
lunes 06 de junio de 2022
En el transcurso del gobierno de Andrés Manuel López Obrador (hasta abril de 2022), contra viento y marea los paisanos han realizado remesas por alrededor de 146 mil millones de dólares, equivalentes en moneda nacional a cerca de 3 billones de pesos (algo así como 11 por ciento del producto interno bruto a precios actuales, todos inyectados en la economía mexicana), un monto dos veces superior al ingreso por exportación petrolera en el mismo periodo (72 mil millones de billetes verdes).
Los paisanos han enfrentado a todos y de todo: expulsión de su país, coyotes, muro, migra, gobiernos gringos, violencia, xenofobia, racismo, pandemia, etcétera, y nunca se han doblado ni dejado de enviar dinero a sus respectivas familias. Son calificados de “héroes”, pero en los hechos superan con creces ese calificativo. Los recursos por ellos remitidos no sólo contribuyen a elevar el nivel de bienestar de sus respectivas familias, sino que contribuyen al fortalecimiento de la economía nacional, es decir, la misma que en su propia patria los ha obligado a buscar la vida en otra parte.
Las cifras oficiales (Banco de México) revelan que sólo en el primer cuatrimestre de 2022, las remesas sumaron 17 mil 240 millones de dólares, monto superior a lo que se captó en todo el sexenio de Carlos Salinas de Gortari. Año tras año, el régimen neoliberal, su apartheid económico y sus recurrentes crisis expulsaron a millones de mexicanos, quienes debieron emigrar para no morir de hambre.
Así, del sexenio salinista al de Enrique Peña Nieto, el monto de remesas pasó de 15 mil 952 millones a 160 mil 117 millones de dólares, un incremento cercano a mil por ciento. En ese periodo nada, ni lejanamente (salvo la fortuna de Carlos Slim, que se incrementó alrededor de 4 mil por ciento), creció en esa proporción. Mientras aumentaba el número de mexicanos expulsados de su tierra, del gobierno de CSG al de EPN, los paisanos enviaron, en total, 437 mil 534 millones de billetes verdes, monto equivalente a alrededor de 45 por ciento del producto interno bruto nacional.
Con López Obrador el monto de remesas ha registrado un aumento prácticamente constante, y de un promedio mensual de 3 mil 36 millones de dólares en 2019 ahora, al cierre de abril pasado, se tiene uno de 4 mil 310 millones (ese monto corresponde al ingreso por exportación petrolera en enero y febrero del presente año), es decir, un incremento de 42 por ciento en el periodo.
Con base en información del Banco de México, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados detalla que en abril pasado, con cifras originales, los ingresos por remesas familiares alcanzaron un monto de 4 mil 718.1 millones de dólares, lo que significó un incremento de 16.5 por ciento en comparación con el mismo mes de 2021.
En términos nominales, con este resultado los ingresos por remesas familiares permanecieron por arriba de los 4 mil millones de dólares. En abril, se registraron poco más de 12 millones de operaciones de envío, cifra 11.7 por ciento superior a la de hace un año, cuando fueron 10.8 millones de operaciones. La remesa promedio fue de 391 dólares, mayor en 4.3 por ciento al de igual mes del año anterior (375 dólares) y dos dólares menor a la media registrada en marzo de 2022. Con ello, el monto acumulado en los cuatro primeros meses del año asciende a 17 mil 240.1 millones de dólares, 17.6 por ciento por arriba de lo registrado en el mismo lapso de 2021. Con cifras desestacionalizadas, en abril pasado, las remesas exhibieron un incremento de 4.9 por ciento respecto a marzo.
En su comparativo anual, en los últimos 24 meses sólo en cuatro ocasiones el monto de las remesas enviadas fue ligeramente inferior al de igual lapso del año previo. Ello sucedió en mayo, julio y agosto de 2020, y en marzo de 2021. En todos los meses restantes se registraron cifras positivas, y récord en muchas ocasiones.
Las rebanadas del pastel
Hoy, en Los Ángeles, California, se inauguran formalmente los trabajos de la novena Cumbre de las Américas. ¿Ya llegaron las invitaciones, o a qué espera el presidente López Obrador para notificar al respetable si asistirá o no? En vía de mientras, ayer Ken Salazar, el ridículo embajador gringo en Palacio Nacional, se apersonó en la Basílica de Guadalupe: “le ruego a la patrona que ayude a nuestros líderes a establecer una nueva era transformadora para las Américas (¿cuáles?, porque sólo hay una) y la relación entre Estados Unidos y México”. Mejor que rezar es no excluir a nadie.