La tala clandestina es un problema social derivado de la falta de oportunidades para la gente de las comunidades, reconoció Héctor Mota Velasco, titular de la Promotoría de Desarrollo Forestal de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) en Veracruz.
El funcionario señaló que por parte de las autoridades se deben atender dichas necesidades para desincentivar esta actividad problemática.
De acuerdo con lo declarado por el entrevistado, se ha detectado esta práctica en las regiones de Perote y Orizaba, y aunque en menores proporciones también en Los Tuxtla.
Destacó que las medidas para detectar tala ilegal continúan por parte de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) y de Seguridad Pública (SSP), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Guardia Nacional (GN).
Asimismo, remarcó que se tiene mayor presencia de las autoridades en las comunidades consideradas como “foco rojo” en este tipo de actividad ilegal.
“Nos hemos estado reuniendo cada tres semanas en los trabajos operativos para desincentivar la tala. Tenemos la coordinación entre quienes tienen que participar: la SSP, la Profepa, Conafor y demás instancias”.
Al reconocer que es un problema que no se acaba de la noche a la mañana, expuso que a la par se han detectado taladores foráneos, principalmente de Puebla.
“Vienen a comprar [maderas] a los taladores y tienen sus destinos en los aserradores clandestinos”.
A la fecha, se sabe que dos aserraderos encubiertos se han clausurado en el estado, uno en Jalacingo y otro en Acajete.
