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Las veracruzanas padecen violencia en casa y por parte del Estado: Marea Verde

Orizaba, Ver.- La violencia de género en casa no se detiene. Cada vez son más las agresiones que se cometen en casa contra las mujeres y todo se agrava por la indolencia, común de la familia, pero sorprendente en las instituciones del Estado. “En casa te dicen: es tu cruz, cárgala; en las instituciones te revictimizan”, fustigó Luz María Reyes Huerta, representante del colectivo Marea Verde Altas Montañas.

Lo que dijo Irma Hernández San Gabriel, coordinadora del Centro de Justicia para las Mujeres (Cejum), quien afirmó que “por amor, muchas mujeres por cuestiones afectivas no denuncian a sus agresores”, no cayeron nada bien entre los colectivos feministas, al menos en la zona centro del estado. A la funcionaria la califican de “incapaz e insensible”, según señala.

“Obviamente pone en evidencia la falta de preparación y perspectiva de género que tiene esta servidora pública y lo más lamentable es (el lugar en que está) y con ese pensamiento. Por eso no se logra realmente tener atenciones con perspectiva de género y es muy difícil que en estas condiciones las mujeres pueden salir de este ciclo de violencia”, señala.

“Posicionamientos como estos, cada vez son más recurrentes en todas las instituciones públicas. Hay gente que carece de perspectiva de género, que no sabe realmente cuál es la circunstancia de violencia, el entorno que rodea a una mujer que enfrenta violencia, que carece de redes de apoyo. Existe una violencia institucional que va desde que se presentan en la fiscalía especializada, en la integración de las carpetas. No es un asunto fácil, no lo van a hacer ni en uno o en dos meses. A veces pasan meses o años incluso para que la fiscalía haga algo”, reprochó.

Ver toda esa inactividad, expone, “desespera mucho a las mujeres quienes dicen: voy pongo la denuncia, acudo y no pasa nada. Entonces realmente la respuesta más bien se da para justificar el trabajo en las instituciones y no para agilizar los castigos en contra de los responsables. En Veracruz quien no está cumpliendo con las mujeres es el Estado, las mujeres acuden a denunciar y son revictimizadas en la fiscalía; regresan a preguntar por sus carpetas y les dicen que no hay avances. Así se desespera”.

Agregó que esto se complica porque las mujeres agredidas necesitan trabajar, sostener a sus hijos y si no encuentran apoyo de una acción inmediata en las instituciones, difícilmente van a salir de este ciclo de violencia.

Refirió que en casa es en donde se da más la violencia de género, porque las mujeres están expuesta con el esposo y muchas veces vas y le dices a los familiares lo que te pasa y te dicen: ‘Ni modo, esa es tu cruz, aguántate, tú lo buscaste, tú lo quisiste, ahora aguántate por tus hijos’. Todas estas conductas que se replican en la familia, en la sociedad, te encuentras a la amiga y te va a decir: ‘A mí me pasó lo mismo, yo sola tuve que salir adelante’. Son pocas las que pueden contar con el apoyo de las familias, pero la gran mayoría no puede hacerlo porque no tienen suficientes redes de apoyo”.

Acusó que el discurso oficial lejos de ser empático, abierto, es contradictorio y desanima a muchas mujeres a salir de este ciclo de violencia. “En la mayoría de los institutos de la mujer, las encargadas no tienen los perfiles para atenderlos. Son contados los lugares en donde sí hay personas capacitadas en perspectiva de género, capacitadas para estar en ese puesto. Todo este andamiaje que se ha construido y que ha sido la exigencia de tantas feministas, está echándose a perder por las malas decisiones de poner al frente a personas distintas. Esos cargos se convirtieron en pagos de facturas políticas.

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