Familiares y amigos de Francisco Javier, el ciclista que fue embestido y perdió la vida el sábado pasado en la colonia Campo de Tiro, reprocharon que hasta el momento la no ha avanzado con las investigaciones, pues a pesar qué hay una persona detenida, no es quien manejaba la camioneta que dio muerte a la víctima, a quien le sobreviven tres hijos menores de edad y su esposa.
“Es muy triste que mi esposo haya ido a su trabajo, con el destino de siempre, muy trabajador, siempre veía por nuestros hijos y no es justo que existan personas de mal corazón, lo único que queremos es que se haga justicia”, indicó Erika, esposa de Francisco Javier
En entrevista lamentó el trámite burocrático para que le fuera entregado el cuerpo de su esposo, con quien tenía más de una década de vivir juntos y múltiples experiencias en este lapso, ya que recordó que para darle una mejor vida a sus hijos, migraron a Querétaro, donde ella dejó de trabajar para dedicarse en tiempo completo a la educación de sus hijos.
Con la foto en sus manos, Erika exigió justicia por el crimen de sus esposo, de quien afirmó fue un hombre dedicado a su trabajo como maestro herrero y que se desplazaba en bicicleta para llegar a su trabajo.
“Él se despide, sale en su bicicleta como todos los días, a los 15 minutos, cuando él se retiró, me hablan de su número de teléfono, pensando que era él me dan la noticia que me trasladará a Campo de Tiro, donde fueron los hechos, porque lo habían atropellado. Fue muy triste verlo y que haya sufrido”, expuso.
Francisco Javier salió a las 8:40 de su humilde vivienda ubicada en la colonia La Haciendita en la Reserva de El Tronconal, construida de block y lámina metálica; previo a su partida, cortó una flor blanca que regaló a su esposa, misma que yace en la tapa de su ataúd de madera, “me la dio antes de ir, me dijo que me quería mucho. Ahora pienso que es como si hubiera presentido su muerte”, apuntó Erika.
La casa de Francisco Javier está ubicada a aproximadamente 10 minutos de donde el conductor de una camioneta Toyota Sienna, con placas XWG-272-A del estado de Tlaxcala, lo embistiera en la esquina de las calles Plaza de Armas y Camino Antiguo a Naolinco, en la colonia Campo de Tiro.
De acuerdo con las pesquisas de la policía ministerial, precisa que la mujer que fue detenida el sábado pasado por la policía municipal de Xalapa, no es la conductora de la camioneta, sino que es la esposa del conductor, mismo que la llevó a ella y sus hijos, menores de edad, a su casa y después tomar otro vehículo para darse a la fuga.
Erika relató a La Jornada Veracruz que de acuerdo con la declaración de un par de testigos, los únicos de las decenas de personas que vieron como ocurrieron los hechos y decidieron presentarse ante el ministerio público, su esposo sostuvo una acalorada discusión con el automovilista, de quien presumen es un comerciante del tianguis de la colonia Campo de Tiro.
Dentro de la carpeta de investigación se integró la declaración de los testigos, quienes narraron que el conductor de la camioneta y Francisco Javier discutieron a la altura de la iglesia de San Judas Tadeo, en la colonia Campo de Tiro, posteriormente cuando el ciclista avanzó hacia la calle Plaza de Armas, fue embestido por el automovilista, quien lo arrastró por más de 25 metros.
“Mi esposo ahí se quedó parado esperando que el señor de la camioneta se retirara, pero como vio que no lo hacía, se subió a su bicicleta y avanzó, cuando él estaba en el crucen, me dicen que el de la camioneta se arrancó con una velocidad fuerte, lo alcanzo y lo arrolló, lo arrastró. Él se detuvo para dialogar con él para que respetara a los ciclistas, que no eran maneras, pero las personas que vieron los hechos nos dijeron que venía alcoholizado, que no entendió y desgraciadamente esta persona se cizañó, lo alcanzó y arrastró”.
Erika indicó que sus hijos de 7, 9 y 11 años de edad, se quedaron huérfanos y en el desamparo, pues Francisco Javier era quien llevaba el sustento a casa, mismo que todos los días viajaba en bicicleta desde su casa hasta la congregación El Castillo, en Xalapa, donde trabajaba como maestro herrero.
La viuda aludió que el sábado era su último día de trabajo en Xalapa, pues este domingo por la noche viajaba a Querétaro, ya que a partir del lunes iniciaba con un nuevo trabajo y mejor ingreso para poder solventar los gastos de su familia.
Ayer Erika en compañía de su cuñada, hijos, demás familia y amigos, frente a la tumba de Francisco Javier hicieron un enérgico llamado de justicia y piden que la Fiscalía General de Veracruz no de carpetazo a las diligencias para capturar al responsable de la muerte de su esposo.
A través de redes sociales, el grupo “Sensatos Ciclismo Urbano” exigió justicia por él, por su familia y por cada ciclista que ha perdido la vida “por culpa de conductores acelerados e inhumanos”.
“En Xalapa urge más educación vial, en donde se comience a respetar a los más vulnerables: personas con discapacidad, peatones y ciclistas. Lo que ocurrió hoy es inaceptable y vamos a exigir justicia para que den con el culpable y se proceda legalmente para que pague por el daño que definitivamente es irreparable”, reza el post.
Fernando González, párroco de la diócesis de Xalapa y cuñado de Francisco Javier acudió a “la buena voluntad y fe” de la sociedad xalapeña para apoyar a la familia, pues tienen encima, en primera instancia, los gastos funerarios a través del número de cuenta 5256 7824 7027 0490 en Banamex.
