Orizaba, Ver.- La gravedad de las desapariciones forzadas se refleja en el número de familias que integran el colectivo “Familiares de desaparecidos Orizaba-Córdoba”; en una década, 360 se sumaron a la búsqueda de uno de los suyos que, sin más, desapareció, sin dejar huella de su rastro. Este sábado, la Comisión Estatal de Búsqueda (CEB) se sumó a ellos y endurecieron su campaña de visibilización.
En un documento, una de las integrantes del colectivo de “Familiares de desaparecidos Orizaba- Córdoba” señala: “Han pasado ya casi 10 años desde que emprendimos este camino, el cual ha estado lleno de baches, pantanos y obstáculos, pero aun así aquí seguimos buscándolos. Fue la incertidumbre de no verlos, de no escucharlos y no sentirlos la que nos llevó a crear esta ruta cargada de amor, en la que día tras día andamos por lugares inimaginables con tal de hallar aunque sea un pedacito de sus rastros”.
Continúa: “Escudriñamos en la tierra, nos abrimos paso entre la maleza, cavamos hoyos y atendemos cualquier rumor para lograr algo, lo que sea, que nos lleve a ustedes. El tiempo pasa, pero siempre recordamos, preguntamos, revisamos nuestros pasos, oramos y pedimos que hoy sea el gran día. Ese momento en el que volveremos a verlos a los ojos, abrazarlos y decirles ¡cuánto los hemos extrañado!”
Todos los integrantes del colectivo, se lee: “caminamos en busca de ese instante en el que al hallarlos ya no importará el cansancio, los golpes, las puertas cerradas y las lágrimas, pero muchas veces, ese momento no llega y nuestra búsqueda se frustra por obstáculos ajenos a nosotros”
Poco a poco somos más los que nos sumamos, “como la Comisión Estatal de Búsqueda, que a pesar de las desavenencias sigue escuchándonos, aunque hoy más que nunca les pedimos que sean más empáticos con nuestro dolor, con nuestra desesperación y con nuestra necesidad de saber de ustedes”.
Este llamado también va para la Fiscalía General del Estado (FGE) y para el gobernador en turno: “¡sean más sensibles con las familias que tenemos un desaparecido! Les pedimos que se pongan en nuestros zapatos un momento y vivan con zozobra, con miedo y con tristeza de no saber en dónde están sus seres queridos, tal vez así puedan entender un poco de todo el dolor que cargamos desde hace mucho tiempo y nuestra desesperación por querer saber de ellos”.
De 10 años a la fecha, “este colectivo alberga ya 360 familias que cansadas de no ser escuchadas por las autoridades comenzamos a buscar por nuestra propia mano, pues la angustia nos devoraba por dentro. Unidos, los integrantes andamos llenos de esperanza, de fuerza y de valentía, pero también nos cansamos y nos frustramos, sin embargo, entre todos nos apoyamos y nos damos ánimo para no decaer, para no rendirnos y seguir. Esto nos llevó a dar con las fosas de Campo Grande, en Ixtaczoquitlán. Hoy el cementerio clandestino de Campo Grande ha sido una fosa de terror y dolor, pero también ha sido la posibilidad de rescatar 53 cuerpos a la fecha y de éstos identificar 16 personas y entregar sus restos a las familias que tanto pugnaban por saber de sus seres amados. Así hemos logrado dar visibilidad a nuestros casos y hemos logrado también que 16 familias tengan algo de paz”.
Por eso, una vez más “llamamos al gobierno del estado, a sus altos mandatarios, para que no detengan los trabajos en este lugar, que aunque es una pesadilla ha logrado dar sosiego a muchas personas que eran fantasmas al no saber de sus desaparecidos, es por eso que hoy hacemos este memorial, porque por muy cansados que estemos, los tenemos siempre en mente. Soñamos con volverlos a ver y somos capaces de dejarla vida en ello”.
Este sábado, se llevó a cabo una actividad con la cual exhibieron los rostros de aquellos que están desaparecidos, algunos de ellos desde hace una década.
