Coatzacoalcos, Ver.- El Instituto Veracruzano para la Educación de los Adultos (IVEA) estima que alrededor de 170 mil niños y jóvenes entre 10 y 14 años abandonaron sus estudios de primaria y secundaria por efectos de la pandemia de covid-19, este organismo les dará facilidades para que puedan seguir sus estudios.
Héctor Amezcua Cardiel, director del IVEA, dio a conocer que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) estima que 7 por ciento de los niños y jóvenes se vieron afectados por la pandemia principalmente en la etapa de educación secundaria.
Los adolescentes perdieron a algún miembro de su familia, sus padres tienen problemas económicos o se desintegraron, lo que les impidió seguir sus estudios; por eso están trabajando para darles opciones a este grupo.
Indicó que a nivel estatal se estima que hay alrededor de 170 mil jóvenes que vieron truncados sus estudios e incluso algunos de ellos se integraron a la base productiva, antes de lo esperado.
En la entidad, además hay 519 mil adultos que aún son analfabetas y la mayoría de ellos se encuentran en las zonas rurales, por eso trabajan de la mano de los centros integradores que coordinan programas como “sembrando vida”. Las mujeres son el grupo de población que tiene mayor rezago educativo, ya que se les limitan sus oportunidades de desarrollo por machismo, el Instituto Veracruzano de Educación de los adultos trabaja en programas integrales de información sobre equidad de género.
Héctor Amezcua, director general del IVEA, indicó que han detectado dos factores que inciden en el rezago escolar, el primero es la marginación: los ciudadanos no pueden pagar el transporte para trasladarse a las escuelas y dan prioridad a la supervivencia de sus familias.
Como segunda causa se encuentra el machismo: los obstáculos culturales donde se considera con mayor valor a los hombres que a las mujeres, por eso no son educadas y los padres de familia, principalmente de las zonas agrícolas, casan muy temprano a sus hijas, ya que las consideran una carga.
Muchas de estas mujeres no pueden seguir con su educación pues sus parejas se los impiden y solo se quedan en las labores del hogar.
