A partir de la pandemia por covid-19 el número de niños que son detectados con cáncer es mayor, al igual que la letalidad de la enfermedad.
“De mediados de 2020 a lo que va de abril son 39 decesos, es un número muy alarmante en estas cifras que no se tenían antes”, especificó la presidenta de la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (Amanc) en Veracruz, Susana Lara García.
Las causas son varias, la primera de ellas que llegaron a diagnóstico en etapas tardías por el confinamiento que trajo consigo la pandemia, pero también el desabasto de medicamentos.
“No había medicamentos, su tratamiento no lo tomaban en tiempo y forma, esto va haciendo que el cáncer sea cada vez más fuerte y esto genera que llegaran en una etapa de 56 por ciento de poder vencer al cáncer”, afirmó.
Explicó que conforme los niños son mayores, la tasa de supervivencia desafortunadamente disminuye. “Niños de 4 a 10 a 12 años es más probable que el niño se pueda salvar”, dijo.
Los niños mayores tienen células cancerígenas más agresivas que complican el cuadro, por lo que llamó a los padres de familia a estar pendientes de señales de alarma como las siguientes: “Si el niño presenta palidez, falta de apetito, abultamiento en su estómago, puntitos en el cuerpo, moretones, dolores de pierna o hueso, que el niño tenga cuando tomas una fotografía una luz blanca que sale del ojo, dolores de cabeza, fiebre, vómito, tres síntomas de estos que sean continuos y no puedan erradicarse con un medicamento deben acudir al centro de salud más cercano”, explicó Lara García.
El estado de Veracruz sólo tiene cinco hospitales de tercer nivel en los 212 municipios, que concentran la detección de estos casos y también su atención, aunque el grueso se encuentran en la Torre Pediátrica en Veracruz puerto y el Cecan en Xalapa.
