Apuntes: Crítica social actual
Javier Hernand Garcés
27 de marzo de 2022
A la corteza del sauce blanco, (Salix Alba) se le conoce desde los tiempos de Hipócrates y Galeno, cuyas propiedades combaten la fiebre y el dolor en general. Precisamente, la popular aspirina viene de una sustancia o principio activo de la corteza de esta planta llamada salicina, precursora de la Aspirina de Bayer. Se le han adjudicado un gran número de propiedades que van desde adelgazar la sangre a combatir la fibromialgia, dolores menstruales y hasta la artritis. Muchos, en especial en los EU, toman la aspirina en bajas dosis todos los días con la esperanza que prevenga ataques al corazón o accidentes cerebro vasculares ACV y que no recurran los que ya han tenido estas manifestaciones.
Aunque dos italianos en 1826 aislaran de la corteza del sauce blanco una sustancia amarga y amarillenta, fue el alemán Johann Buchner quien le llamó salicina en 1828, para 1838 el italiano Raffaele Piria trabajando en París, precisamente en la Facultad de Farmacia de la Sorbona separó la salicina en azúcar y otro componente aromático que le llamó saliciladehído, misma que por hidrólisis y oxidación se obtuvo el ácido salicílico que eventualmente nos llevará al ácido acetilsalicílico de Gerhardt; en 1853 había una clara intención de mejorar los efectos secundarios del ácido salicílico en vista de las hemorragias en las paredes estomacales y cerebrales.
En 1985 la aspirina recibe un espaldarazo gigante en términos de salud pública y económica, la Secretaria, de ese entonces, del Servicio de Salud de los EU, Margaret Heckler señaló, “… la dosis de una Aspirina diaria ayudaba a personas que habían sufrido infarto de miocardio a prevenir nuevos ataques de isquemia coronaria”.
A 29 años de esa declaración, la Administración de Alimentos y Medicamentos, FDA por sus siglas en inglés, Drug and Food Administration, en su página Web señala “…Hay pruebas científicas que demuestran que una aspirina al día puede ayudar a prevenir un ataque cardiaco o un derrame cerebral, pero no en todas las personas, además de que puede tener efectos secundarios indeseables”, también señala que habrá que consultar a su médico familiar la posibilidad de utilizar esta bioterapia. De igual manera la FDA ha concluido que los estudios actuales no sustentan el uso diario de la aspirina como un preventivo a aquellos que no han sufrido un ataque cardiaco o un derrame cerebral o en general problemas cardiovasculares; lo que sí se ha demostrado, es el sangrado “peligroso” en el estómago o en el cerebro con consecuencias imprevistas. Lo cierto es que hay muchos asuntos relacionados con la interacción que la aspirina presenta en el tema de la anticoagulación, esto es, la aspirina no va bien con “… la warfarina, el dabigatrán (Pradaxa), el rivaroxabán (Xarelto) y el apixibán (Eliquis)” (Dr. Temple.)
Lo cierto es que la aspirina podría ser de beneficio para aquellos que ya tuvieron un evento cardiaco, cerebral por decir. Pero en ningún momento es un fármaco preventivo para aquellos que no lo han tenido o tienen antecedentes familiares de arteriopatías, cardiopatías y demás.
Entonces, ¿es para todos, la aspirina de 80 microgramos?
Esta pregunta la formulan, normalmente, aquellos que están en edades después de los 60 años, algunos con antecedentes de cardiopatías, accidentes cerebro vasculares en la familia o algún indicio de peligro en ese contexto, siendo la presión arterial elevada, la diabetes y las enfermedades metabólicas en general, las más apremiantes. Antes de tomar la aspirina debemos consultar con la persona idónea, personal con estudios e investigación en el campo de la bioquímica, la farmacopea, la farmacognosia y plantear las dudas de manera directa.
Si el caso es para la llamada “prevención primaria, esto es, cuando no ha tenido un ataque cardiaco o accidente cerebro vascular y que tampoco le hayan hecho un “baipás” de la arteria coronaria u otros procedimientos de cirugía tales como angioplastia coronaria, colocación de “stent”, al igual que arterias bloqueadas en diferentes partes del cuerpo. En estas circunstancias y con respecto a los beneficios, las actuales investigaciones no son concluyentes y parece que le dejan al azar esta bioterapia.
En el caso de la llamada “prevención secundaria” que es cuando sí han ocurrido el ataque cardiaco y /o el accidente cerebro vascular, aunque el beneficio no está completamente establecido, todo indica que una aspirina de entre 75 a 100 microgramos podría ayudar o prevenir la recurrencia de los infartos cardiacos y de los accidentes cerebro vasculares, recuerde que los efectos secundarios de la aspirina incluyen sangrado gastrointestinal y cerebral.
¿Existen substitutos naturales a la aspirina?, Claro que sí; el más cercano y poderoso adelgazador de la sangre es el ajo (Allium sativum) el bulbo o cabeza de esta planta es uno de los remedios más documentados pues contiene alicina que se caracteriza por su potente acción anticoagulante, antioxidante y efectos antimicrobianos.
“…Dipak K. Das, Ph.D., profesor del Cardiovascular Research Center de la University of Connecticut, afirma que el ajo puede mejorar la circulación en la aorta, mientras que reduce el daño al corazón causado por la falta de oxígeno”. De igual manera el ajo ayuda a mejorar la circulación al momento que reduce la viscosidad de las plaquetas sanguíneas. (D.K. Das).
No se trata de consumir cantidades alarmantes de ajo, eso sería perjudicial, pero sí utilizar el ajo como condimento a sus alimentos es auténticamente beneficial para aquellos que requieren de un fluido sanguíneo mayor. Extraer los principios activos del ajo es fácil y de gran utilidad en la preparación de gotas sublinguales sin que tengamos que preocuparnos por efectos secundarios indeseables. Consulte a su Naturópata sobre la elaboración segura y precisa de microdosis de ajo.
Otro producto natural es la Cúrcuma (Curcuma longa), planta que se ha venido utilizando como anticoagulante en la medicina Ayurveda y la Medicina Tradicional China. Su principio activo principal es la curcumina recomendada en las enfermedades cardiacas donde el flujo de sangre es importante.
En todo caso, tanto el ajo como la cúrcuma son anticoagulantes y no está su uso recomendado cuando va a tener un procedimiento quirúrgico o con otros productos que adelgazan la sangre.
Algunas plantas son un recurso tangible en la prevención de deficiencias cardiacas donde se hace necesario que la sangre circule mejor en el cuerpo humano, tal es el caso de la cúrcuma y el ajo. Caminar todos los días, tener una dieta adecuada, un Medio Ambiente saludable, un entorno confiable y amoroso, pensamientos positivos, un acercamiento espiritual diario y una sonrisa pueden, en todo caso, hacer de su salud la mejor.
Javier Hernand Garcés es Licenciado en Derecho, Maestro en Derecho Ambiental y Licenciado en Naturopatía.