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La acidez y la alcalinidad

APUNTES: Nutrición
Javier Hernand Garcés
12 de octubre de 2023

Desde hace algunos años “acidez y alcalinidad” se han hecho parte de la vida moderna, parece que lo ácido es malo y alcalino es bueno. El primero es sinónimo de tumores, enfermedades, “el lugar adecuado” para la proliferación de enfermedades y el segundo parece el sinónimo de “salud”, de bienestar. ¡Mucho cuidado!, eso es incorrecto e inexacto cuando hablamos de la salud humana. Se hace necesario educarnos en este contexto. La educación para la mejor salud, no es un simple decir.

La teoría de la acidez y la alcalinidad en el cuerpo humano fue propuesta por el Premio Nobel Otto Warburg en 1932. Según él, la causa principal de muchas enfermedades podría atribuirse a un exceso de acidez en el cuerpo. La dieta alimenticia juega un papel importante, lo que se debe comer y lo que se debe evitar, ésta será una necesidad en la educación para la salud.

Es importante destacar que todos los alimentos son, en cierta medida, ácidos. El ácido estomacal es aún mayor; precisamente el ácido clorhídrico que cumple funciones esenciales como procesar (desdoblar) los alimentos y eliminar bacterias, virus y parásitos. Los alimentos etiquetados como “alcalinos” en realidad no son alcalinos per se, sino que tienen un efecto menos acidificante en el cuerpo en comparación con otros alimentos.

¿Qué es el PH?

“El pH es una medida que indica la acidez o la alcalinidad de una solución acuosa. El término “pH” proviene de “potencial de hidrógeno” (en inglés, “potential of hydrogen”) y es una escala que va de 0 a 14. Un pH de 7 se considera neutral, lo que significa que la solución no es ni ácida ni alcalina. Valores de pH inferiores a 7 indican acidez, mientras que valores superiores a 7 indican alcalinidad”. (Salud Natural)

El pH es una medida logarítmica inversa de la concentración de iones de hidrógeno (H+) en una solución. En términos más simples, esto significa que una solución con un pH bajo tiene una alta concentración de iones de hidrógeno, y por lo tanto es ácida, mientras que una solución con un pH alto tiene una baja concentración de iones de hidrógeno, y por lo tanto es alcalina.

En el contexto del cuerpo humano, el pH desempeña un papel crucial en el funcionamiento adecuado de nuestras células y sistemas. Por ejemplo, el pH de la sangre debe mantenerse dentro de un rango muy estrecho (alrededor de 7.35 a 7.45) para que nuestras células y sistemas funcionen correctamente. El cuerpo cuenta con sistemas de regulación del pH, como la respiración y la función renal, para mantener este equilibrio y garantizar la homeostasis ácido-base o ácido alcalino.

Los alimentos alcalinos son aquellos que tienen un efecto alcalinizante en el cuerpo humano, lo que significa que pueden ayudar a reducir la acidez en el cuerpo y promover un pH más equilibrado.

Algunos ejemplos de alimentos alcalinos incluyen:

Verduras de hojas verdes: espinacas, kale, lechuga, acelgas, etc. Frutas: limones, limas, toronja, melones, mangos, plátanos, manzanas, uvas, fresas, etc. Vegetales crucíferos: brócoli, coliflor, coles de Bruselas, repollo, etc. Algas: espirulina, clórela, nori, etc. Raíces y tubérculos: zanahorias, remolachas, papas, camote, etc. Frutos secos: almendras, nueces, avellanas, etc. Semillas: la poderosa chía, lino, girasol, calabaza, etc.

Es importante tener en cuenta que, aunque estos alimentos se consideran alcalinos, el cuerpo humano es capaz de mantener su pH dentro de un rango saludable incluso si se consume una dieta que incluya algunos alimentos ácidos. Por lo tanto, se recomienda una dieta equilibrada y variada que incluya alimentos alcalinos junto con otros alimentos nutritivos.

Los alimentos ácidos son aquellos que contienen ácidos naturales y que pueden aumentar la acidez en el cuerpo humano. Aunque el cuerpo es capaz de regular su pH para mantener un equilibrio saludable, una dieta alta en alimentos ácidos puede contribuir a un desequilibrio en el pH y aumentar el riesgo de enfermedades.

Algunos ejemplos de alimentos ácidos incluyen:

Frutas ácidas: naranjas, piñas, arándanos, fresas, kiwis, etc. Bebidas ácidas: refrescos, jugos envasados, bebidas energéticas, café, té negro, etc. Productos lácteos: queso, yogur, leche, etc. Proteína animal: carne roja, pollo, pescado, mariscos, huevos, etc. Cereales refinados: pan blanco, pasta blanca, arroz blanco, etc.

Es importante tener en cuenta que no todos los alimentos ácidos son “malos” para la salud, pero es importante consumirlos en moderación y equilibrarlos con alimentos alcalinos y nutritivos. Una dieta equilibrada y variada que incluya una variedad de alimentos saludables puede ayudar a mantener el pH del cuerpo en un rango saludable.

Aunque se dice que los alimentos alcalinos son saludables, no todos los alimentos alcalinos son necesariamente beneficiosos en todas las circunstancias, y en algunos casos, incluso pueden causar daño si se consumen en exceso o en combinación con ciertos medicamentos o condiciones de salud.

Por ejemplo, consumir demasiados alimentos alcalinos puede desequilibrar el pH natural del estómago y afectar la digestión. También puede haber riesgos de exceso de ciertos minerales al consumir grandes cantidades de ciertos alimentos alcalinos como las verduras de hojas verdes y las algas.

Además, algunas personas pueden tener condiciones de salud específicas que les impiden consumir ciertos alimentos alcalinos. Por ejemplo, las personas con enfermedad renal crónica o insuficiencia renal pueden requerir una dieta baja en potasio, y algunos alimentos alcalinos, como las frutas y verduras, son ricos en potasio.

En conclusión, lo alcalino y lo ácido debe tener un balance para que alcancemos un nivel saludable. No existe una “mejor” combinación de alimentos que funcione para todas las personas, ya que cada individuo tiene necesidades nutricionales y gustos diferentes. Sin embargo, una dieta equilibrada y saludable debe incluir una variedad de alimentos de los diferentes grupos alimenticios, como proteínas, carbohidratos complejos, grasas saludables, frutas, verduras y alimentos ricos en fibra.

Una buena regla general para crear una comida equilibrada es incluir una porción de proteína magra, como pollo, pescado, carne magra, tofu o legumbres, junto con una porción de carbohidratos complejos, como arroz integral, quinoa o papas, y una porción de verduras o frutas frescas.

También es importante tener en cuenta la calidad de los alimentos que se consume, eligiendo opciones naturales y enteras en lugar de alimentos procesados y ricos en azúcar, sal y grasas saturadas.

“La mejor combinación de alimentos es una dieta equilibrada y variada que incluya alimentos frescos, naturales y nutritivos de diferentes grupos alimenticios, adaptada a las necesidades individuales de cada persona. Es importante consultar con un profesional de la salud o un nutricionista para obtener recomendaciones personalizadas”. (Dennis Alan Savaiano, PhD)

Javier Hernand Garcés es Licenciado en Derecho, Maestro en Derecho Ambiental y Licenciado en Naturopatía.
 

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