Luis Adalberto Maury Cruz
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¿Cuáles fueron los pasos para lograr la unipolaridad del dólar? Los acuerdos de Bretton Woods son todas las resoluciones de la conferencia monetaria y financiera internacional, realizadas, entre el 1º y el 22 de julio de 1944, se estableció la política económica mundial, su objetivo fue poner en marcha un orden económico Internacional y dar estabilidad a las transacciones comerciales a través de un sistema monetario internacional, teniendo como tipo de cambio el dólar. Todas las monedas estaban vinculadas a este, estando atado a un precio fijo en oro. Los bancos centrales tenían el derecho de convertir sus tenencias de dólares en lingotes de oro, a razón de 35 dólares la onza. Este fue un primer paso para la dolarización de la economía mundial.
Para 1971, con las dificultades económicas producto de la guerra de Vietnam, Washington decretó la inconvertibilidad del dólar en oro, cerró la ventanilla de cambio a los banqueros centrales del resto del mundo. Llegando la era del dinero fiduciario, fue el fin de los acuerdos de Bretton Woods, EEUU imprimía y enviaba al exterior miles de millones de dólares para financiar la guerra. Esto fue el segundo para la dolarización del globo.
La unipolaridad del dólar estadounidense se cristaliza con el poder unipolar y global de EEUU en lo militar, económico y financiero, después de la caída de URSS en 1991. Fue la tercera fase de la dolarización del mundo.
La unipolaridad del Washington fue un imperio global que duro escasos 30 años fundado en el modelo neoliberal financierista global y la derrota y disolución del mundo soviético. Desde 2020 The Economist reconoce el fin de esta globalización.
El modelo neoliberal remite a la unipolaridad del dólar como monedad de reserva internacional. El euro, la libra esterlina, también son monedad de reserva internacional supeditadas al dólar, las naciones de estas monedas son dependientes de las directrices de La Casa Blanca, de la Reserva Federal y de Wall Street que generaron la primacía financiera de Occidente y del comercio internacional tasado en dólares.
Tras la disolución de URSS y el arribo de la unipolaridad de EEUU en 1991, el sistema financiero internacional lo controla Occidente mediante organismos como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el SWIFT, la Reserva Federal, la giga banca (Black Rock, Vanguard y State Street son los gigabancos que controlan la mitad de Wall Street) teniendo como arma financiera la hegemonía global del dólar.
La caída del dólar como monedad unipolar inicia con el expansión de la OTAN al este de Europa, que desató el conflicto en Ucrania desde 2014 con la anexión de Crimea a Rusia, que hoy 2022, se traduce en la operación militar rusa en ese país, las sanciones contra Moscú se han volcado contra EEUU y la Unión Europea (UE) en crisis energética, en toda la cadena de suministros y escases de alimentos (principalmente cereales y aceites vegetales); en suma en inflación y recesión.
La contramedida rusa de vender, gas y petróleo, en rublos a todos los países hostiles al Kremlin, es decir aquellos que formar a la OTAN, fortaleció su moneda y golpea la hegemonía del dólar, diluyendo su unipolaridad y poniendo en jaque a las economías occidentales y generando como consecuencia crisis políticas en los países miembro de la OTAN dada la escases y la alza de los energéticos, casos notorio son gobiernos de Johnson en Reino Unido, de Biden en EEUU, Dragi en Italia, de Sánchez en España, de Macron en Francia, de Scholz en Alemania, con una Ursula von der Leyen cada vez más desdibujada al interior de la UE. La caída de la unipolaridad del dólar también es una crisis de la democracia occidental, pues una recesión y una inflación se traduce en crisis política.
Las sanciones contra Rusia no generaron conceso global. Hay un tenor de repudio creciente a Washington y a la OTAN, dentro y fuera de Occidente dada sus acciones injerencistas y unilaterales.
Por otro lado se acrecienta el uso de monedas nacionales generando nuevas reconfiguraciones en la esfera global como las regionales, el comerciar entre Rusia y China, entre Rusia e Irán, Rusia y Turquía, Rusia e India, Argentina y Brasil… son un duro golpe a la hegemonía occidental y diluye la unipolaridad del dólar.
El símbolo de la potencia del norte (el dólar) pierde terreno, no por ello desaparece, se instaura una multipolaridad monetaria con un naciente orden mundial. Con la subida de las tasas de interés, encarecimiento del crédito, por mandato la Reserva Federal, que es un apuntalamiento artificial al dólar, aunado al desplome del euro, estos son hechos que condena a la población de Occidente a un pago innecesario producto de la avaricia y arrogancia de La Casa Blanca y de la OTAN.
La puesta en marcha de los sistemas interbancarios ruso y chino para las trasferencias internacionales le pega al SWIFT, va en contra del corazón del sistema financiero internacional de cuño occidental y dependiente de Wall Street.
No hay que omitir que hay un fortalecimiento económico y ampliación de los BRICS (remite a la alianza económica entre Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) que contienen más del 40% de la población mundial, esto rompe los patrones hegemónicos de Occidente y también fortalece un comercio internacional libre del dólar. También es un bloque contra el G7 que es una alianza política intergubernamental conformado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido. Además, la Unión Europea cuenta con representación política. El G7 representa el 10% de la población mundial.
Esta caída del dólar no se puede entender sin la primacía militar de Rusia y el rezago armamentístico de 20 años que padecen Occidente ya reconocido por el Pentágono; así como la potencia petrolera, gasera, metalúrgica y alimenticia, aunado a la tendencia autárquica del modelo político y económico ruso.
En efecto, las finanzas se respaldan por la boca de los fusiles, donde los rusos son hipersónicos y nucleares, el ejército marcha sobre su estómago satisfecho.
Ucrania es el epicentro de la desdolarización de Europa y del globo, es un escenario donde acontece el nuevo orden monetario internacional, siendo el actor que más pierde.
En fin, ¿usted qué piensa?…
