viernes, marzo 29, 2024
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En México sigue hablando la voluntad del pueblo


A propósito de la triste historia de unos ladrones “arrepentidos” y perversos.

Crónicas Ausentes

Lenin Torres Antonio

Nada que haga el ser humano es indescifrable,
lo real (verdad) se presenta con tal descaro que es difícil evitarlo,
y sus efectos no esperan para dejar sus indelebles huellas y marcas.

Letoan

Esperaban lo inesperado, quizás que los efectos de su campaña mediática tuviera resultados positivos e hiciera que la intención del voto de la gente cambiara de la noche a la mañana, pero no fue así, los resultados fueron contrarios, y pese a eso, sacaron pecho y se presentaron en los medios de comunicación “triunfadores”, incluso hasta pedantes, otrora la maquinaria casi invencible del PRIANISMO en sus épocas gloriosas, que hasta se daban el lujo de dejar algunos espacios a los diferentes e insurrectos, hoy los que tienen el poder público, para “legitimar” la democracia mexicana, y la dizque “pluralidad” de las ideas.

Pese a que las encuestas vaticinaban los resultados que se dieron, la patética oposición a AMLO, insistía en que daría la sorpresa y pondría un freno al avasallador movimiento de la Cuarta Transformación pacífica de México, y que aliados y unidos como el “agua con el aceite” (esto es una ironía), harían frente a la transición democrática que vive México, pero el pueblo mexicano ratificó su decisión de construir un futuro con justicia social y consolidar el proceso de la 4ª T. que encabeza el presidente Obrador.      

Aun cuando la realidad les escupe a la cara, es decir, la decisión del pueblo mexicano de no voltear a ese pasado ominoso de corrupción y engaño, la desdibujada oposición PRIANISTA insiste en su fortalecimiento de cara al 2024, y pregona a los cuatro puntos cardinales que juntos harán desbarrancar a la 4ª T., sin darse cuenta de su vacío y nulo proyecto de país, movido sólo por el voluntarismo, y paradójicamente, creyendo sus propias mentiras y falacias, con que montaron su campaña del terror para inducir miedo y desconfianza al pueblo mexicano, es como dije hace un tiempo, “que unos ladrones (los PRIANISTAS) roban nuestras casas (México), y descaradamente deambulan libres e impunes, y al poco tiempo, regresan vestidos de jueces y policías para decirnos que van atrapar a los ladrones (que son ellos mismo) y harán justicia”, pensando que con esa metamorfosis perversa de  “lobos vestidos de ovejas” harán creer que son otros, ahora venidos preocupados ciudadanos  y coherentes demócratas capaces que con sólo la voluntad podrán resolver los graves problemas de México, que paradójicamente, ellos mismos causaron.

La sociedad mexicana sigue demostrando que ha despertado, que sabe diferenciar la retórica malsana de la perversa oposición PRIANISTA, de la convicción de cambiar este México desigual que dirige AMLO, y que pese a que no hace mucho tiempo que se liberó de esa clase política PRIANISTA, que tenía raptada no tan sólo las arcas públicas sino a la misma democracia, cada día muestra que está dispuesta a llevar a buen puerto la transición democrática y la construcción de una política que sirva a la gente y resuelva los graves problemas que laceran su cotidianidad.

México es otro, todos nos hemos dado cuenta, menos la oposición PRIANISTA, y que tenemos una sociedad que tomó en sus manos la construcción de su futuro, y sabe que no sólo es responsabilidad de los políticos la certeza del futuro, sino de absolutamente toda la sociedad mexicana; y que si no se involucra, “los fantasmas del pasado” que están al acecho para volver a sus viejas prácticas de hacer de la política el instrumento para que la pequeña élite económica, por cierto, a la que sirven y obedecen, se siga enriqueciendo a costa del empobrecimiento y sufrimiento del pueblo mexicano.

La democracia no se hace por decreto, sino simplemente por la potestad libre y soberana de los hombre y mujeres que componen a la sociedad mexicana, así que si el pueblo con su voto decide cómo distribuir el poder público ese será el mandato soberano que determinará la dirección de la política y el acto de gobernar, y a quienes quiere que la encabecen.

Hay quienes quieren que la democracia sea a fuerza plural, e incluso, plantean una serie de seguros para garantizarla, como la equidad de género, la inclusión de las minorías y los diferentes (la población étnica y discapacitados), etc., pensando que con eso se puede asegurar ingenuamente la llamada y maltrecha “pluralidad”; y otros, quieren que no se ejerza el derecho de una mayoría que ha decidido en las urnas, y a fuerza quieren boicotear la decisión soberana de un pueblo; esto implica que se confunda la teoría con el acto mismo de la democracia. Traigo a colación este polémico tema, que está en la teoría política y plasmada en las leyes, y en el acto democrático mismo, porque permanentemente se piensa que la pluralidad es sine qua non a la democracia, y esto en ocasiones no es así, así que ese tan mentado y demandado entre comillas “contrapesos” (pluralidad) es un concepto deseable para darle coherencia a la teoría política de la ilustración, aunque en general, es una condición necesaria pero no suficiente para la misma teoría política.

En México lo deseable es que tuviéramos un sistema de partidos políticos que fuera el instrumento, teóricamente hablando, de la pluralidad de ideas, pero en esta etapa de la historia de México, no es así, principalmente, porque los partidos políticos de la oposición, en lugar de presentar alternativas teóricas que permitan a la sociedad mexicana contrastarlas con las presentadas por el partido político en el poder público, se han dedicado a montarse en una pragmática aberrante de estrategias mediáticas y medición de marketing, además que su alianza con la élite económica les impide verse como alternativa política.

La llamada pluralidad y división de poderes en una democracia tiene que ver con la maduración del sistema político y la civilidad de la ciudadanía. Desgraciadamente la pragmática política ha degenerado a la praxis política, hasta llegar a la lamentable situación que la democracia y la política fueran formas de legitimar la “delincuencia política” de la clase política PRIANISTA, hoy metidos en un viacrucis que implica competir sin tener el poder público del estado, y en una alianza aberrante y monstruoso de políticos que se empeñan en volver al poder público a costa de lo que sea, esto incluye, mentir, engañar y engañarse, y lo más graves, subestimar al pueblo mexicano.

Lo “nuevos tiempos” no son los “tiempos viejos”, aunque la oposición PRIANISTA insiste en hacer ver en un espejo al presente con el pasado, pero también “los nuevos tiempos” todavía no se deshacen de “los viejos tiempos”, la política se encuentra en un callejón sin salida si queremos hacer democracia con los cánones tan mentados de la pluralidad y la diversidad, y para ellos, tenemos que tener una oposición a la altura de lo que México necesita, esto implica:

-Autonomía del poder económico.
 
-Democracia con calidad al interior de sus partidos políticos.
 
-Presentar proyecto alternativo de nación a la 4ª T.
 
-Dejar la pragmática política que los ha llevado, para competir electoralmente, a elegir candidatos “populares” a personajes de la farándula, el deporte, e incluso de la misma política, como es el caso del partido político Movimiento Ciudadanos, quien teniendo como trasfondo la fama del padre, usa al hijo de Luis Donaldo Colosio para presentarlo como la alternativa para unir a la oposición para competirle al movimiento de la 4ª T. del presidente Obrador en el 2024, dejando ver lo más lamentable de la oposición, su búsqueda del “poder por el poder”.
 
Los deseos son alimentados por las configuraciones mentales y teóricas, Filo (amor) Sofía (sabiduría) no es una contradicción, pues se necesita ese impulso de los humores para avanzar en lo deseado.

En México lo deseable para la salud teórica de la democracia sería bueno tener una oposición partidista fortalecida y moralmente correcta, pero tampoco esto sucederá a fuerza, y mucho menos, sin la voluntad y la consciencia de quienes dirigen la oposición partidista en México, y esto, hay que entenderlo porque se piensa equivocadamente que la democracia no funciona sin esos “contrapesos” (pluralidad); y si no están, se tiende a llamar la voluntad de las mayorías “dictadura”, y se propala un ambiente hostil, como si la democracia fallara por no tener esos “contrapesos”, o mejor dicho, la pluralidad; y esta apreciación es una contradicción y un sin sentido, pues como lo dije, la pluralidad y la diversidad no se da por decreto, además que el fundamento de la democracia es “la voluntad soberana del pueblo”, y si el pueblo habla en las urnas que desea un cambio, y darle la alternativa a quien cree que mejor lo representa, no podemos pensar que el pueblo es tonto y mucho menos que la democracia ha fallado. Las decisiones pueden ser erradas, y eso la historia lo juzgará con creces como lo ha hecho a lo largo de la existencia del hombre en sociedad, pero también hay que señalar que hoy como nunca el pueblo mexicano tiene la potestad de cambiar a los malos gobernantes cuando así le parezca justo, ahora con la ley de la revocación de mandato y otros instrumentos legales que tiene como el sufragio efectivo, ahora si podemos entender que no fue ocioso que el presidente Obrador dote de esos instrumentos al pueblo mexicano.

En el 2018 el pueblo mexicano habló, y a partir de ese año ha seguido hablando, además que cree en lo que ha decidido y elegido, por eso sigue apoyando al movimiento progresista del presidente Obrador, éste 5 de junio habló y habló fuerte, y seguirá hablando mientras no haya otras voces e ideas mejor que las de la 4ª T.; y si AMLO sigue hablando de construir un México justo y próspero con hechos y coherencia democrática, seguirá teniendo lo más importante para un político, el apoyo consciente y responsable de un pueblo libre y soberano.

Junio de 2022