viernes, marzo 29, 2024
Anúnciate aquíGoogle search engine
- Advertisement -spot_imgspot_imgspot_imgspot_img

Empleo y ocupación

Apuntes económicos

Por Edgar Sandoval Pérez

@EdgarSandovalP

Uno de los escenarios más complejos a los que se puede enfrentar el ser humano es a la falta de ingreso. En toda economía es normal que haya momentos de complicaciones laborales debido a nosotros o provenientes de factores externos.

El desempleo o paro es la situación de personas en edad de trabajar (para el caso de México, de 15 a 65 años, representado por la Población Económicamente Activa, PEA) que están buscando trabajo y no lo encuentran. El problema del desempleo va más allá de la falta de ingreso por parte del individuo, ya que se generan consecuencias de índole depresivo, afectando no sólo a quien lo padece sino a quienes dependen de él.

De acuerdo con el último reporte del INEGI, la PEA fue de 58.4 millones de personas, lo que implicó una Tasa de Participación de 58.8%, de los cuales el 55.9% se encuentran dentro de la informalidad laboral y una subocupación del 10.9%, y una tasa de desempleo en los 3.6%, lo cual está dentro de los objetivos centrales donde se tiene una tasa de desempleo en más-menos 3%.

El escenario genera un desaprovechamiento en dos vertientes, la primera correspondiente al comportamiento de la PEA en México donde vemos que la población en edad de trabajar es muy amplia y tendrían que generar una mayor producción y con esto un mayor nivel de riqueza en el país.

Sin embargo, esto no es así. El hecho de que no crezca el PIB en un ritmo mayor en proporción con la tasa natural de población se debe a la intensidad en cada factor de producción; es decir, el tener mucha mano de obra debe venir de manera simultánea con el aumento de oferta laboral del sector en que tu población tiene un mayor grado de destreza, ya que, si no está así, jamás crecerá.

En este aspecto sobre el tipo de bienes que se producen nos llevará a diferentes escenarios que convergen si no se actúa de manera previsora, pero que tienen el mismo origen, y es el avance tecnológico, ya que si no se adopta las innovaciones tecnológicas de manera acertada se corre el riesgo del rezago, lo que nos vuelve obsoletos y caros.

Otro es adoptar las nuevas tecnologías, desplazando la mano de obra que ahora queda desempleada. Por lo cual dependerá el resultado de las líneas de acción por parte del gobierno para la regulación.

El segundo efecto se ve en la desaceleración económica, debido a que al haber desempleo, las personas no tienen ingreso para comprar los bienes y servicios básicos para satisfacer sus necesidades, generando un efecto dominó hacia los productores ya que ellos tendrán que bajar sus niveles de producción para no caer en pérdidas y en algunos casos subirán los precios ya que es más costoso producir pocas unidades que producir muchas unidades y en otros casos más, despedir personal, volviéndose un ciclo negativo donde para salir de él es necesario estimular la demanda.

Por el lado de las finanzas públicas, el desempleo tiene una afectación directa sobre el país, ya que al ver el 28.9% de trabajo informal, es decir, que casi 18 millones de mexicanos se encuentran dentro de la economía informal, tiene implicaciones directas en el ingreso público potencial proveniente de los impuestos tales como ISR, IVA, etcétera.