APUNTES: Historia social
Javier Hernand Garcés
1 de julio de 2023
El feudalismo fue un sistema político, social y económico que surgió en Europa occidental durante la Edad Media (entre los siglos IX y XV). En este sistema, la tierra era la base de la economía y la sociedad, y los señores feudales eran los dueños de la tierra.
El feudalismo se caracterizó por una jerarquía social estratificada en la que los señores feudales gobernaban sobre los siervos, quienes trabajaban la tierra y eran considerados propiedad del señor feudal. Los siervos no tenían derechos y estaban obligados a trabajar para sus señores y proporcionarles una parte de la cosecha.
El sistema feudal también incluía la práctica del vasallaje, en la que un señor feudal ofrecía protección y tierra a un vasallo a cambio de su lealtad y servicio militar. Los señores feudales también estaban obligados a prestar servicios militares al rey o al emperador.
El feudalismo comenzó a declinar a partir del siglo XIII debido a varios factores, incluyendo el aumento del comercio y el surgimiento de ciudades, que dieron lugar a nuevas formas de organización social y económica. Sin embargo, el sistema feudal continuó existiendo en algunas partes de Europa hasta el siglo XVIII.
Durante el feudalismo, no existía un sistema de salud y servicios sociales organizado como lo conocemos hoy en día. La atención médica estaba en manos de los curanderos y los monjes, quienes ofrecían sus servicios a cambio de donaciones o trabajo en las tierras de la iglesia.
En cuanto a los servicios sociales, la iglesia y los señores feudales tenían cierta caridad de cuidar a los más necesitados, como los enfermos, los ancianos y los huérfanos. Los señores feudales algunas veces proveían refugio y protección para los pobres y los desamparados en lugares separados de sus castillos, pero no había un sistema organizado de protección social.
La caridad era una parte importante de la vida en la Edad Media, y la iglesia animaba a sus fieles a ayudar a los necesitados a través de limosnas y obras de caridad. También se crearon hospitales y asilos para atender a los enfermos y los pobres, pero estos eran administrados por la iglesia y no estaban disponibles para todos.
La atención médica y los servicios sociales durante el feudalismo estaban descentralizados y fragmentados, y dependían en gran medida de la caridad y la filantropía de las personas y las instituciones religiosas y nobles.
El sistema de justicia durante el feudalismo era descentralizado y se basaba en la autoridad y el poder de los señores feudales. Cada señor feudal tenía su propio tribunal, donde se juzgaban los casos criminales y civiles que ocurrían en su territorio.
Los juicios se llevaban a cabo ante un juez, quien solía ser el propio señor feudal o alguien designado por él. No había un conjunto de leyes universales, y la decisión del juez se basaba en su propio sentido común y en las costumbres y tradiciones locales.
La ley feudal se centraba en la propiedad y el estatus social. Los delitos contra la propiedad, como el robo, el saqueo y el vandalismo, eran considerados graves y se castigaban con severidad. Los delitos contra el estatus social, como el insulto a un noble, también eran castigados con dureza.
El feudalismo no existió en las Américas antes de la llegada de los invasores europeos en el siglo XV. Sin embargo, es importante señalar que la conquista y colonización de América por parte de los europeos trajo consigo una forma de organización social y política que algunos historiadores han comparado con el feudalismo europeo. En esta forma de organización, los colonizadores europeos se convirtieron en los “señores feudales” y los pueblos indígenas y los esclavos africanos que trajeron con ellos se convirtieron en los siervos.
Esta relación de poder y dominación fue especialmente evidente en las encomiendas y las haciendas, que eran grandes propiedades de tierra en las que los invasores europeos ejercían un control total sobre la población indígena y africana que trabajaba en ellas.
“Es más seguro ser temido que amado.” Esta frase se encuentra en el famoso tratado político escrito por Maquiavelo en el siglo XVI. Aunque no se centra específicamente en el feudalismo, contiene ideas que pueden aplicarse a los sistemas de gobierno de la época, incluido el feudalismo. La cita resalta la importancia de la autoridad y el temor en el mantenimiento del poder, lo cual era relevante en el contexto feudal. (“El Príncipe”, Nicolás Maquiavelo)
Durante la época colonial, la organización social y económica en México se basó en la encomienda, que algunos historiadores han comparado con el sistema feudal europeo. En la encomienda, los colonizadores españoles recibían tierras y a los pueblos indígenas que vivían en ellas como siervos, a cambio de protección y evangelización.
Otro ejemplo de feudalismo en México podría ser la figura del cacique, que era un líder indígena que recibía ciertos privilegios y poderes del gobierno colonial español a cambio de mantener el orden y la estabilidad en su comunidad. A menudo, los caciques tenían el control de los recursos y las decisiones políticas en su comunidad, actuando como señores feudales.
Es importante mencionar que la comparación del sistema colonial mexicano con el feudalismo europeo es una simplificación y que existían diferencias significativas en la forma en que se ejercía el poder y se organizaba la sociedad. Además, no es apropiado utilizar el término “feudalismo” de manera anacrónica para describir la organización social y económica en la época colonial en México.
Con respecto a la tenencia de la tierra en México, éste ha sido un tema de gran importancia y debate a lo largo de la historia del país. En México existen diferentes formas de tenencia de la tierra, incluyendo la propiedad privada, la propiedad social, la propiedad ejidal y la propiedad comunal.
La propiedad privada es la forma más común de tenencia de la tierra en México y se rige por el derecho civil. Los propietarios tienen derecho a usar, gozar y disponer de la tierra, siempre y cuando no infrinjan las leyes y reglamentos aplicables. La propiedad social, por otro lado, es la propiedad de la nación y se puede otorgar a comunidades o grupos indígenas, aunque su uso y aprovechamiento está limitado a fines sociales o de interés público.
La propiedad ejidal es una forma de propiedad social que se otorga a los ejidos, que son comunidades rurales que tienen derechos colectivos sobre la tierra. Los ejidos se rigen por la Ley Agraria y su principal objetivo es la distribución equitativa de la tierra entre los campesinos. La propiedad comunal, por último, es una forma de propiedad social que se otorga a las comunidades indígenas y se rige por la Ley Agraria y la Ley de Desarrollo Rural Sustentable.
“Los orígenes del feudalismo” – Marc Bloch: “El feudalismo no fue un sistema, sino un espíritu.” Esta cita proviene de la obra “Los orígenes del feudalismo” escrita por el historiador francés Marc Bloch en 1939. En este libro, Bloch analiza las estructuras socioeconómicas y políticas del feudalismo en la Edad Media. La cita destaca que el feudalismo no puede ser definido estrictamente como un sistema codificado, sino más bien como una mentalidad y una forma de organización social arraigada en la sociedad medieval.
Javier Hernand Garcés es Licenciado en Derecho, Maestro en Derecho Ambiental y Licenciado en Naturopatía.
