México es líder en horas trabajadas, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), pero eso no se refleja en su productividad; con 2 mil 137 horas anuales por trabajador, casi duplica el número que se registra en potencias mundiales.
Sin embargo, la aportación al producto interno bruto (PIB) por cada hora trabajada es muy baja, sólo 22.2 dólares por hora aportados a la economía, un promedio muy por debajo de países con menor número de horas laborales, como Estados Unidos que promedia 77.1 dólares, e Irlanda, con sólo mil 772 horas laboradas al año, pero aporta 109.5 dólares por hora.
Sabemos que el número de horas trabajadas no necesariamente está relacionada con la productividad laboral. Tener empleados productivos implica una excelente cultura laboral, cuidado y atención de riesgos psicosociales y a la salud mental, entre otras acciones, sostuvo Yunue Cárdenas, coordinadora del HUB de psicología de Affor Health, empresa especializada en gestionar y mejorar la salud psicosocial de las personas en las organizaciones.
El fenómeno de presentismo laboral se ha vuelto una problemática creciente que afecta tanto a los empleados como a las empresas. El presentismo se refiere a la situación en la que el trabajador asiste a su puesto de trabajo, cumple con su jornada, pero su rendimiento es bajo.
La empresa Affor Health sostiene que si bien no se trata de un fenómeno nuevo, está afectando la productividad de las empresas. Sus causas pueden ser cargas de trabajo excesivas, estrés, ansiedad, depresión, burnout e incluso un ambiente laboral negativo.
Si bien el presentismo laboral es multifactorial, la falta de atención a los riesgos psicosociales del espacio laboral suelen ser sus principales detonadores. De ahí, la importancia de que las empresas analicen sus riesgos y pongan en práctica acciones para cuidar la salud mental de sus empleados.
