Inicio Nacional

Investigadores UV estudian los efectos de la actividad humana en monos aulladores

Investigadores de la Universidad Veracruzana (UV) analizan los efectos que las actividades humanas provocan a las poblaciones de monos aulladores de manto (Alouatta palliata mexicana) que habitan en la región de Los Tuxtlas.

El grupo está integrado por Pedro Américo Duarte Días y Ariadna Rangel Negrín, del Instituto de Neuroetología, y asistentes de campo entre quienes se encuentran Pamela Cruz y Alejandro Coyohua Fuentes.

Américo Duarte mencionó que la UV inició los trabajos con primates en esa zona hace más de 40 años, y desde entonces han participado una gran cantidad de expertos y estudiantes.

Actualmente la universidad cuenta con bases en las localidades de Catemaco y Montepío, desde donde los investigadores parten a visitar los fragmentos de selva y bosque tropical en que se encuentran los monos.

El investigador comentó que todos los estudios realizados en México en torno a los primates, han reportado el impacto negativo que los seres humanos tienen sobre su preservación con acciones como la tala y fragmentación de hábitat.

Los monos dependen de los árboles y si éstos son talados, los primates desaparecen o parten en busca de nuevos sitios.

En Los Tuxtlas existen manchones de bosque en donde viven y pareciera que se encuentran protegidos, pero estas zonas no están exentas de perturbaciones humanas ya que se localizan cerca de poblados, caminos, terrenos agrícolas o potreros.

Aunque las personas que trabajan o se trasladan en la región no cazan ni molestan a estos primates, sí hacen que varíe su comportamiento por las acciones que llevan a cabo, y causan estrés por los ruidos generados por el hombre.

Américo Duarte compartió que ha estudiado a monos de cinco zonas diferentes expuestos a distintos sonidos de origen humano; aun cuando no despliegan conductas en seis de cada 10 ocasiones que escuchan ruidos, en las cuatro restantes la respuesta es notoria.

Los casos en que reaccionan corresponden a sonidos producidos en situaciones poco comunes, como el paso de helicópteros o camiones pesados, aunque algunas sí son más habituales como el perifoneo de vendedores ambulantes o los anuncios hechos por medio de megáfonos en localidades pequeñas.

Estos ruidos impactan su conducta y elevan sus niveles de estrés, lo que se ha descubierto a través del análisis de sus heces, que presentan hormonas asociadas a él.

El investigador explicó que al responder con vocalizaciones de alerta a los sonidos fuertes, los monos dejan de lado actividades como descansar o alimentarse para vigilar y protegerse, lo cual se infiere que afecta su tasa reproductiva, longevidad y esperanza de supervivencia.

“Si existe una emergencia, automáticamente su organismo cancela acciones como la digestión y el crecimiento, y activa un mecanismo de defensa a fin de buscar sobrevivir; si este hecho se repite continuamente, puede llegar a dañar su salud”, detalló.

Américo Duarte mencionó que parte de estos trabajos se han hecho gracias al apoyo del Consejo Veracruzano de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico (Coveicydet), y ya se han difundido en publicaciones internacionales como la American Journal of Primatology.

Comentó que el tiempo de vida de un mono aullador de manto supera los 20 años y para evaluar las afectaciones a largo plazo que les causan los ruidos fuertes, los integrantes del equipo que realizan los estudios prefieren tomar una postura conservadora y enfocarse en buscar soluciones que remedien el problema.

Salir de la versión móvil