Héctor Alejandro Cabrera Fuentes, de origen oaxaqueño, fue durante años la viva imagen de un mexicano sobresaliente. Una carrera internacional en ascenso, reconocimientos y una vida exitosa, que había decido llevar sus investigaciones a Alemania, Rusia y Singapur hasta que fuera abordado por el gobierno ruso y empezara a trabajar como espía.
Cabrera Fuentes es originario del municipio de El Espinal, en Oaxaca, donde luchó contra las limitaciones de la región para seguir con sus estudios y conseguir becas en el extranjero.
Sus descubrimientos lo llevaron a recibir reconocimientos en países como Argentina, Rusia, Alemania, Corea y en su natal México. El Instituto de los Mexicanos en el Exterior de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) lo señala como uno de los connacionales destacados en el extranjero y presidente de la Red Global Mexicana en Singapur, donde residía y trabajaba como investigador para su Universidad Nacional.
Cabrera admitió ante las autoridades estadounidenses que Rusia lo había presionado para que se convirtiera en informante a cambio de sacar de aquel país a sus dos hijas, que tuvo con una mujer rusa.
La declaración está programada para el próximo 15 de febrero, en un evento a puerta cerrada en el edificio James Lawrence King.