Orizaba, Ver.- Una comerciante del mercado Emiliano Zapata, en Orizaba, solicitó la inmediata intervención de las autoridades municipales, luego de que fue engañada por la administración y despojada de su espacio que ha ocupado durante más de 35 años para dárselo a otra persona.
La agraviada María de Lourdes Martínez Parra aseguró que no permitirá que una mala funcionaria municipal le arrebate su patrimonio de la noche a la mañana.
“Este día inicia una lucha para defender mis derechos como comerciante, como mujer y como trabajadora, los cuales han sido pisoteados por las autoridades de comercio representadas por la administradora de este mercado, Laura Sánchez, así como por el director de Comercio, Raymundo Reynoso Limón, quienes me han despojado de mi local en el que he trabajado por más de 35 años como comerciante y sin motivo ni razón alguna se lo han entregado al señor dueño del negocio El Borrego de Oro”, compartió.
La comerciante aseguró que este despojo y violación a sus derechos lo habrá de denunciar ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH), además de que procederá a juntar firmas de sus compañeros comerciantes para que se les haga saber a las autoridades que todos aquí la conocen y que su local se lo quieren regresar.
Martínez Parra aseguró que denunciará este despojo ante la Fiscalía Especializada contra Servidores Públicos Infractores por los delitos de abuso de autoridad, despojo y discriminación. “Y de ser necesario me pondré en huelga de hambre con el objeto de ser escuchada por el Presidente, me regresen mi local y respeten mis derechos que tengo como comerciante”.
Agreden a comunicadores
Cabe señalar que durante la rueda de prensa, un locatario del Mercado Emiliano Zapata y un supuesto cliente agredieron verbalmente a reporteros y amenazaron con golpearlos mientras ejercían su profesión.
María de Lourdes Martínez Parra, relataba cómo se había perpetrado el despojo y un reportero gráfico tomaba fotografías del local para ilustrar la información, cuando de pronto y de manera agresiva un supuesto cliente comenzó a agredir al fotógrafo. “¿Qué te pasa güey, por qué me tomas fotos a mí?”, expresó el ciudadano, mientras que el reportero gráfico le trataba de explicar que había tomado al local.
