Orizaba, Ver.- Al menos unos 50 años pasarán para poder recuperar las zonas semiáridas de Maltrata y Acultzingo que se afectaron con los incendios forestales, lo que las convierte en las regiones más vulnerables ante la temporada de lluvias, advirtió el presidente del Consejo Intermunicipal de Ambientalistas AC, Graciano Illescas Téllez.
Refirió que en la zona de Balastrera, municipio de Nogales, así como en Maltrata, hay zacatonales y la dificultad de recuperar, además del daño que sufrieron por las llamas, es mayor todavía porque son zonas semiáridas, “estamos hablando del cerro El Gentil, y de la región de San Cristóbal en Huiloapan, además de algunas zonas tanto de Rafael Delgado como de Mariano Escobedo”.
El activista ambiental manifestó que es necesario encontrar proyectos que se enfoquen en la recuperación de la mayor parte de áreas afectadas por las llamas y, al mismo tiempo, generar empleos a más corto plazo mediante la construcción de viveros comunitarios que ayuden a la reforestación.
Graciano Illescas Téllez explicó que los cerros de los municipios de Nogales, Maltrata y Acultzingo son zonas semiáridas, por lo que la recuperación de este bosque puede llevarse 50 años porque además, aseguró, dichas tierras ya están muy erosionadas.
Dijo que la actual devastación a causa del fuego traerá en abril y mayo una disminución del agua precisamente por la deforestación que ha habido y que ahora se complica, “hay menos cobertura vegetal a ras de suelo que va a impedir que las aguas de las lluvias próximas infiltren”.
Expuso que en 2002 se advirtió que el riesgo era inminente de generarse una venida de piedras, troncos y lodo, lo que podría repetirse este año, pues en ese tiempo ocurrió un siniestro forestal y aunque no de esas magnitudes sí causó afectaciones.
“Habrá un exceso de agua en la temporada lluviosa y al no haber cobertura vegetal persiste la posibilidad de contingencias. Particularmente yo lo (advertí) en 2002 cuando hubo incendios forestales. Ahora lo vuelvo a hacer. Están en riesgo la cabecera municipal de Huiloapan y la barranca El Infiernillo y el río Chiquito en Nogales, que son los dos afluentes más importantes que tenemos que estar monitoreando con apoyo de Protección Civil, brigadas de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) y de todas las dependencias correspondientes”.
