Rafael Altamirano Robledo, propietario de la taquería El Sumidero, negó que en su negocio se utilice carne de perro para elaborar los alimentos (tacos y tortas), como lo difundió a través de sus redes una de sus clientas, Leonor Soberano Huesca, por lo que le exigió una disculpa pública, pues de lo contrario se iniciaría en su contra un procedimiento legal por daño moral.
Dijo que se atrevió a hacer pública está situación por las afectaciones económicas y sociales que está teniendo, tanto él como las 15 familias que dependen de la labor que desarrollan en dicha taquería.
Y es que el domingo pasado la mencionada posteó en sus redes sociales y viralizó que había comprado una torta y que le produjo una fuerte infección estomacal, y que al llevar a analizar le indicaron que la carne con la que se había elaborado era de perro.
El propietario de la negociación, acompañado de sus abogados, expuso que la persona que los denunció es su clienta desde hace muchos años y dijo desconocer las causas que le motivaron la acción realizada.
Dio a conocer que en ese momento le indicaron en qué forma la podían ayudar y ella se negó a recibir la ayuda, señalando que lo difundiría en sus redes sociales “para hacerlo viral”, el cual logró.
Por este hecho, refirió que sus ventas bajaron 70 por ciento aproximadamente, pero además el daño también lo resintieron los proveedores al no comprarles la cantidad que siempre se les adquiría y están en riesgo de dejar sin trabajo a personal que labora con ellos por este motivo.
Insistió en que ella debe dar una disculpa pública, porque hasta el momento no ha dado ningún resultado de que la carne sea de dudosa procedencia, como ella lo posteó en sus redes sociales, de lo contrario nos veremos en la necesidad de iniciar un procedimiento jurídico por daño moral y lo que le resulte.
Al respecto, el abogado expuso que lo realizado por Leonor Soberano fue una acción irresponsable, al acusar sin fundamento alguno, un hecho del que no cuenta con pruebas fehacientes.
Explicó que hasta el momento no se tienen ningún resultado clínico que determine que la carne que la quejosa consumió haya sido de perro, tampoco se ha acercado autoridad sanitaria alguna para realizar la verificación correspondiente.
Finalmente, sin un plazo específico para ello, insistió en que Leonor debe disculparse públicamente porque no se puede echar por la borda 22 años de estar operando en ese sitio, nada más porque a alguien se les ocurrió difamarlos.
