Las precipitaciones de las últimas semanas han provocado daños al puente “Del Diablo” que se ubica en la carretera Estanzuela-Coatepec, que podrían derivar en un socavón, advirtieron los arquitectos Jorge Pérez Quintos y el arqueólogo Mario Navarrete Hernández.
En conferencia de prensa, el arquitecto Jorge Pérez Quintos expuso que este puente es de los más antiguos en el estado, pues data del siglo XVI y requiere cambiar su uso de tránsito vehicular al peatonal, a fin de evitar imponer más carga que pueda provocar un accidente.
Detalló que actualmente esta estructura tiene 80 metros de largo y seis metros de ancho; sin embargo, en los últimos días se cayeron dos piedras grandes y ya se observan oquedades en la carpeta asfáltica, por lo que urgieron a las autoridades a atender el caso.
“Estos puentes trabajan solo a compresión, no hay varillas, solamente es ir labrando las piedras y acomodarlas en un arco de medio punto. La carpeta asfáltica empieza a tener oquedades porque hay drenajes laterales que socavan y debilitan el puente”.
Consideró que sería mucho más rentable que pudieran utilizar este puente para tránsito peatonal, pues debajo de él confluyen los ríos Pixquiac y Sordo, lo cual tiene un valor turístico mayor al uso vial que se le da actualmente.
“Esta zona puede detonar turísticamente ensalzando el terreno pero estas lluvias nos prenden un foco rojo para darle atención; se puede implementar para el tránsito local. Se trata de conjuntar esfuerzos de los tres niveles de gobierno”.
Y es que explicó que si bien los daños que presenta no son recientes es un puente con más de 420 años de historia y las lluvias recientes han prendido “los focos rojos”.
“Se cayeron dos piedras más grandes en las orillas pero notamos que los abroches ya empiezan a tener oquedales y resquebrajamientos que pueden generar un socavón. Turísticamente puede dar más que seguir usando como vía de comunicación”.
Por su parte, el arqueólogo Mario Navarrete Hernández expuso que es necesario construir otro puente vial porque la región tiene vocación turística y se necesita un puente adecuado para el aforo que tiene la carretera.
“Dejar el puente ‘Del Diablo’ para el tránsito peatonal, meterle mano, arreglarlo para rescatar toda esa pequeña región que es la confluencia de dos ríos que es el bajo Pixquiac y el río Sordo. La intención es dar a conocer los daños que tiene el puente y que las autoridades tomen cartas en el asunto antes de que sea tarde”.
