Hugo Morales Alejo
Córdoba, Ver.- Trabajadores azucareros de diferentes ingenios se reunieron hace una semana en el Club Azucarero Chema Martínez de Córdoba para manifestarse en contra de la venta de activos que por parte del Sindicato de Trabajadores de la Industria Azucarera y Similares de la República Mexicana (STIASRM-CTM) como hoteles, centros vacacionistas como la hacienda El Oasis, de Paraje Nuevo en Amatlán, y terrenos.
Luego de esa manifestación dieron a conocer el oficio que se envió al gobernador Cuitláhuac García en el que le solicitan que sea revisado y corregido el decreto publicado en la Gaceta Oficial del Estado, el día 27 de noviembre de 2007, que establece el “Programa de Investigación, Inducción, Fomento, Cultivo y Comercialización de Caña de Azúcar, para la elaboración de Etanol y Productos Alternos” por contener cláusulas que afectan la autonomía y patrimonio sindical de los trabajadores, que han beneficiado por décadas al Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Por dicho decreto fue creada la Coordinación de Fomento a la Agroindustria Azucarera, Alcoholera y Piloncillera, para “gestionar el mejoramiento de vida de los productores cañeros con la promoción de acuerdos y convenios con las instancias involucradas del gobierno federal, estatal y municipal”.
Según los azucareros, esto le dio a los gobiernos de Fidel Herrera y de Javier Duarte injerencia en asuntos internos del sindicato, a través del programa salud azucarero, dejando abierto el uso de los recursos para promociones políticas y desvío de recursos al PRI con el argumento de gestionar mejoramiento de vida para el obrero.
Esto surgió luego del enojo de las bases, por la venta de la clínica azucarera, especializada en hemodiálisis, ubicada desde 1950 en Polanco, Ciudad de México, y valuada en 13 millones de dólares.
Desde 2007, Fidel Herrera y el entonces secretario de Organización del STIASRM, Adrián Sánchez Vargas, pusieron a Frida Celeste Rosas Peralta, exrepresentante del frente Juvenil Revolucionario del PRI estatal veracruzano, Enrique Ramos era aún el secretario general y sería depuesto en marzo de 2008, cuatro meses después de este decreto.
Este programa de salud resultó redituable para los involucrados, dice el documento, logrando Frida Celeste una diputación federal por el PRI usando los recursos azucareros para promocionar su imagen de manera discrecional.
Agregaron que igualmente se creó una cortina de humo, para desaparecer dinero del sindicato que aseguran son más de 230 millones de pesos que se siguen usando para otros políticos del mismo partido tricolor.
En septiembre de 2017 falleció Adrián Sánchez Vargas y entró a la dirigencia Ángel Ponce, retomando las Caravanas de la Salud a través de la priísta Frida Celeste, aun cuando había dejado las unidades médicas descompuestas, adeudos con proveedores, vehículos abandonados en talleres y predios.
Los inconformes indicaron que dicho decreto sigue vigente y las empresas y gobiernos le entregan al sindicato recursos que siguen siendo desviados al PRI, ahora por Lorenzo Pale, actual secretario general nacional. Piden que el Gobierno del Estado lo derogue o corrija. El documento va acompañado de unas 200 firmas de trabajadores de varios ingenios como El Potrero, Motzorongo y San Miguelito.