Orizaba, Ver.- El asesinato en la Ciudad de México de Anahí Michell Pérez Tadeo, periodista y modelo del sur de Veracruz, conocida como Michelle Simón, exhibe la incapacidad del Estado mexicano para atender y detener la violencia feminicida; a esto se añade el gran burocratismo en el sistema de impartición de justicia, refirió Luz María Reyes Huerta, representante del colectivo Marea Verde Altas Montañas.
En el estado el número de feminicidios que alcanzan a resolverse es escaso, “algunas organizaciones han dicho que solo el 8 por ciento de los casos se resuelven, solo el 8 por ciento de los feminicidios que en Fiscalía están tipificados como tal se resuelven”.
Acusó que el retraso en las sentencias se debe a la falta de profesionalismo en las fiscalías para sustentar efectivamente los cargos, “aunque hay que reconocer que no hay un adecuado acompañamiento de las víctimas para poder seguir el proceso, es desgastante para los familiares seguir el proceso, sobre todo cuando quedan hijos, si tienes un dolor moral, quieres justica, pero igual tienes otras preocupaciones importantes como ¿quién se hará cargo de los hijos?, la manutención de ellos, además que enfrentar un proceso judicial requiere tiempo y dinero lamentablemente”.
Otro de los problemas es el burocratismo en las diligencias en torno a las investigaciones, “hay muchas diligencias que realizar y muchas veces en las fiscalías exigen que vaya el familiar, eso es desgastante para la familia, que debe estar acudiendo y checando cómo va el asunto, además que muchas veces los proceso son dilatados por el personal que atienden los casos y eso provoca que la gente desista y en la mayoría de los casos los familiares desisten”.
Realmente eso es lo que hace que la impunidad de los feminicidios tenga esos números tan altos, “además que hay mucha desconfianza de los familiares de las víctimas en el sistema de procuración de justicia porque saben que su caso no va avanzar a menos que haya una motivación monetaria o que de plano se planten en las oficinas todo el día y la noche para que la fiscalía impulse su procedimiento, de otra manera va a ser muy difícil que se avance, aunque deberían de hacerlo”.
El feminicidio es la expresión máxima de violencia hacia las mujeres, detrás de cada feminicidio hay miles de agresiones que no se visibilizan, que no se denuncian, “por eso las cifras de feminicidios no bajan y van en aumento, y pese a las condiciones en las que viven las mujeres, para los tres órdenes de gobierno y el poder judicial el problema no está visibilizado, hay una negación de la problemática y obviamente no hay acciones”.
Un ejemplo de esto lo vemos en Veracruz, donde desde hace cinco años tenemos una Alerta de Género por violencia feminicida, y las cifras no han disminuido, esto quiere decir que no hay acciones concretas que ayuden a resolver estos casos.
En los tres órdenes de gobierno “han pasado todos los colores y las mujeres no hemos visto cuál es la diferencia de las políticas para atender este problema, por el contrario, cada gobierno disminuye recursos económicos para atender la violencia y eso lo único que te marca es que para ningún gobierno las mujeres somos prioridad. Las mujeres somos mucho discurso en épocas electorales, pero en la realidad, cuando los políticos acceden al poder, no se realizan las acciones”.
