Alta la frecuencia de violencia vicaria en Veracruz: activista

Por casos de violencia vicaria, Veracruz ocupa el tercer lugar a nivel nacional, admitió la Coordinadora Estatal de la Asociación “Mamá, hija e hijo en libertad en Veracruz”, Monserrat Soria Zamora.
En conferencia de prensa con motivo del Día Internacional de Combate a la Violencia Vicaria, la activista reclamó que a diferencia de otras entidades del país, la legislación veracruzana no sanciona dicha conducta. “Como no está todavía aprobada esta ley en Veracruz, no tenemos un registro como tal… pero de todas las colectivas que estamos en Veracruz se suman más de 500 casos de esta violencia” refirió.
Ante los medios, la defensora reclamó que el tema de la sanción y combate a la violencia vicaria ha sido abordado por los diputados locales, este ha sido “abandonado” en la LXVI Legislatura.
Soria Zamora alertó que las víctimas de este tipo de violencia enfrentan dos consecuencias: La primera, episodios de ansiedad, depresión e incluso suicidio en la cónyuge o en los hijos o las hijas y el segundo, la revictimización o estigmatización por parte de la sociedad.
“La mamá que vive violencia vicaria es señalada por la sociedad, muchas veces vivimos con eso porque nos dicen ‘tú abandonaste a tu hijo, tú eres una mala madre’ cuando no es así, cuando la gente no sabe que realmente estamos luchando por nuestros hijos, a nuestros hijos mismos se les dice tu mamá, ‘te abandonó’ cuando no es así, nosotros no abandonamos a nuestros hijos” señaló la defensora.
Otra de las situaciones que observa es que muchos de los casos acumulan más de diez e incluso doce años en juzgados, aunado a que la violencia vicaria es una conducta que apenas ha sido catalogada e identificada, pero que en Veracruz no existe una modificación a la ley al respecto.
“Hay casos que ya llevan 10 años, a veces hay casos que en proceso llevan hasta 12 o 13 años de vida judicial, estos son los casos registrados que tenemos ahorita en la suma de todas las que se han ido adherido a estas colectivas” abundó