La pandemia por covid-19 ha sido un parteaguas en la vida de Alizeth Sarabia, de 12 años, y de su familia. Ella fue diagnosticada en 2021 con lupus eritematoso sistémico, una enfermedad autoinmunitaria. Unos meses más tarde, su padre y sostén de su hogar murió a causa del SARS-CoV-2.
La enfermedad está teniendo consecuencias severas en la vida de la pequeña que a veces no puede moverse sin sentir cómo un dolor muy grande recorre cada centímetro de su cuerpo.
“Hay veces que no puedo respirar. No puedo ni reír bien porque me duele mi pecho, para bostezar también me duele, para caminar me agito mucho y tengo que estar un ratito sentada para otra vez volver a caminar. Mis manos las tengo siempre hinchadas, para dormir tengo que dormir sentada. Ya no puedo salir a correr ni nada”, refirió la menor.
Su padre era trabajador del área de recursos humanos del Instituto de la Policía Auxiliar y Protección Patrimonial para el Estado de Veracruz (IPAX), donde se contagió del virus en un brote. Al fallecer, la niña quedó sin el servicio médico, lo que ha llevado a su madre, Jazmín Hernández, a buscar todas las opciones para darle tratamiento.
“Hay ya una afectación tanto en el pulmón como en el corazón con un derrame pericárdico. Sus tratamientos los estaba llevando en el hospital 20 de Noviembre del Issste en México y a raíz de que mi esposo falleció nos suspendieron el servicio. Posteriormente a esto estuvimos buscando ayuda”, expresó su madre.
Los altos costos de los medicamentos, los ponen en una situación muy difícil.
“Un frasco de quimioterapia nos está saliendo en 6 mil pesos aproximadamente, sus medicamentos ascienden a más de mil 500 cada frasco”, comentó.
La familia de Alizeth se ha unido para realizar diversas actividades de venta y rifas para obtener recursos.
“El boleto vale 100 pesos, ya casi llega el día de la rifa, el 28 de febrero, voy en un botecito y hago las loterías en un tubito y el quinto número es el ganador que se lleva las hieleras”, afirmó Alizeth.
La pequeña pide a la ciudadanía la apoyen, como cada familia pueda, para que tenga lo necesario para su tratamiento.
“Con mi tratamiento, con mis medicamentos y que me apoyen para mi quimioterapia, porque con eso se me pasa el dolor como por un mes y así ya puedo respirar y correr tantito”, dijo.
Hasta la fecha no se ha resuelto la situación en el Issste, pues siguen sin el beneficio de pensión al que tienen derecho y no tienen servicio médico de ningún tipo
