Las filas de adolescentes con apellidos de la R a la Z con aspiración a la vacuna contra el coronavirus avanzaron con prontitud hacia el Gimnasio Omega, en la calle Cayetano Rodríguez Beltrán, colonia Centro.
Aunque los adolescentes y sus tutores llegaron con la expectativa de hacer fila por seis y siete horas como ocurrió en los dos días anteriores, su duda se disipó cuando a las 10:30 horas de la mañana se percataron que estaban por ingresar a la sede de vacunación.
Algunos de los adolescentes pidieron permiso a sus profesores para faltar este día a clases presenciales, como es el caso del estudiante del telebachillerato de la colonia Higueras, Fernando Sosme.
Claudia Sosme, la madre, llegó a las 10 horas a hacer fila y apartar lugar a su hijo, pero a las 11 horas le llamó para decirle que ya saliera de las clases, porque estaba por pasar su turno, dado que la fila avanzó con rapidez.
“Mi hijo está en la prepa, está en clases, yo me vine a hacer cola para avanzar, pero, mire, está vacío ya, fue rápido, apenas he hecho fila media hora y ya vamos a pasar”, refirió.
Otro joven de 24 años, Gersaín Hernández pidió permiso en su trabajo para acompañar a su esposa Alondra Rivas, adolescente de 17 años, a fin de recibir la vacuna.
“Vine porque le dijeron que debía venir acompañada por un adulto, yo tengo 24 y le dije ‘vamos, yo te acompaño’, de hecho, pedí permiso en el trabajo, porque no había quién la acompañara. No está embarazada y tampoco estudia, nomás está ahí en la casa, yo soy el que trabaja”, expuso el joven que habita en la colonia Ébano de esta ciudad.
Hilda Vázquez, madre de familia de la colonia Hernández Ochoa, buscaba a su sobrino Juan que lo mandó desde las ocho horas a apartar lugar, pero cuando ella llegó a las 11 horas no lo localizaba, además de que ya no había fila larga para pasar al Gimnasio Omega.
“Ya ando desesperada, porque no encuentro a mi sobrino y dijo que me apartaría lugar, pero, mire, no hay fila, ‘ora no podemos pasar, porque me da la preocupación de no encontrarlo. Chamaco, lo mandé tempranito, llegó y no está”, expuso la madre de la adolescente con 17 años Naxhiely Vázquez, aspirante a vacunarse.
La madre de familia Susana Robles, proveniente del municipio de Altotonga, acompañó a sus dos hijos menores de edad a vacunarse, y casi a punto de pasar refirió que la vacuna para ellos sería posible, dado que ellos viven en Xalapa.
“Mis hijos viven en Xalapa, pero vine a acompañarlos, casi no los veo por asuntos familiares, yo dije ‘pues aunque sea hoy, voy, los acompaño y los veo’, pero, mire, me salí a esperar el camión tempranito que me trajera temprano y resulta que ya vamos a pasar, llegamos aquí a las 10 y ya vamos a pasar, una hora de fila, nomás, hicimos”.
