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Tortuguismo en Semarnat pone en riesgo programa de manejo forestal premiado

Bosques y comunidades que sufren las consecuencias

En el ejido Tonalaco en Xico-Veracruz, localizado en los límites con el Parque Nacional Cofre de Perote, realizan manejo forestal desde hace más de tres décadas. Cada ocho años, esta comunidad ha renovado su programa de manejo ambiental en casi 200 hectáreas, pero desde hace un año esperan que las autoridades ambientales liberen su trámite. La única respuesta oficial que tienen es que sigue en evaluación.

En esta comunidad, el aprovechamiento maderable es uno de los principales ingresos económicos para poco más de 116 ejidatarios, sin él, las únicas opciones son la siembra —cada vez más escasa— o la migración.

Mario Gálvez, comisario ejidal de Tonalaco, cuenta que el trámite lo empezaron en abril del 2021 ante la Semarnat. Desde entonces, han tenido que presentarse en las oficinas localizadas en la ciudad de Xalapa, a casi dos horas de camino de su comunidad, para complementar la documentación que les solicitan.

“Siento que entró gente nueva a Semarnat que desconoce la necesidad de un ejido, piensan que la idea de tumbar el bosque es gusto y desconoce que llevamos años cortando, pero también reforestando y no tocamos el bosque sino lo autorizan”, explica Mario Gálvez.

La excesiva tramitología para obtener un permiso de aprovechamiento forestal, advierte Anta Fonseca, incentiva acciones como la tala ilegal: “Mucha gente prefiere saltarse los trámites, sobre todo los predios pequeños, y es un desincentivo para el manejo forestal. Es un problema grave porque las comunidades que viven del aprovechamiento dependen de los permisos, tienen compradores que están requiriendo la madera y no pueden cumplir con los plazos y eso genera perdida de dinero”.

En su informe de noticias del sector forestal 2021, la Comisión Nacional Forestal (Conafor) detalla que los ejidos y comunidades del país son poseedores de casi el 70% de los bosques y selvas del país, y que generan el 75% de la producción de madera.

Pese a la importancia del sector forestal en México, una comunidad o un particular puede tardar más de 365 días en obtener los permisos necesarios para realizar un aprovechamiento sustentable.

Miguel Ángel López Badillo, del ejido la Selva en Huayacocotla, dice que los trámites se retrasaron a partir de la pandemia del covid-19, pero la situación no se ha regularizado: “Trabajan solo dos días a la semana, solo uno o dos personas y a eso se suma el recorte de personal”.

El retraso en trámites —advierte— no solo es en permisos de aprovechamiento, también en la entrega de remisiones forestales para la comercialización de madera. “Las remisiones no deben tardar más de 15 días y a veces tardan hasta dos meses”.

En enero del 2022, consultores forestales de la Unidad de Manejo Forestal del Valle y Cofre de Perote enviaron una carta a la entonces titular de la delegación de Semarnat en Veracruz, Laura Medina, para pedirle una explicación por la lentitud en la aprobación de programas forestales. Incluso, advirtieron que realizarían bloqueos de algunas vías para que los escucharan.

En abril, ejidatarios y campesinos de la sierra de Huayacocotla exigieron en el Consejo Estatal Forestal de Veracruz una explicación por el atraso en la atención de los trámites de más de 80 pequeños propietarios. En ese momento, las autoridades se comprometieron a contratar más personal, pero la situación no avanzó. Funcionarios de la Semarnat no respondieron las solicitudes de una entrevista.

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