Karina Martínez Verá, fundadora de Instituto Mexicano de Investigación y Desarrollo Integral (Imidi), lamentó que empresas, órganos jurisdiccionales y la sociedad civil en general excluye a las personas con síndrome de Down del mundo laboral para que cumplan sueños y proyectos, ya que se les infantiliza.
“Cuando ellos se quieren ir a vivir solos, la respuesta muy recurrente es que ‘mira qué chistosito’, ‘qué divertido’ y no lo ven desde el hecho de desarrollar competencias y conseguir un trabajo para que se mantenga solo, pagar renta de un departamento o hacer su limpieza”, expuso.
Destacó que cuando se toman en serio los sueños y proyectos de las personas con síndrome de Down, es cuando se comprometen a una acción diferente dejando a un lado el hecho de tenerlos en casa a un sentido de trabajar por el desarrollo de competencias, porque sus sueños son importantes y los tienen que lograr.
Enfatizó que al momento aún no tiene reportes de que se les niegue una renta a este sector de la sociedad, ya que –insistió– se les infantiliza, aunado al hecho que los familiares los mantienen en casa.
En ese sentido, ejemplificó con Luis, su hijo, quien tiene el deseo de ir a vivir a Argentina, entonces –dijo– una forma de prepararlo para emprender ese sueño es que se vaya independizando poco a poco, por lo que actualmente vive en un departamento, que aunque son vecinos, goza de esa independencia.
Agregó que un segundo paso es el hecho que viva lejos de la ciudad, de extremo a extremo, “luego vivir en otro estado del país y finalmente vivir en Argentina. Sé que en nuestro país solo hay dos personas con síndrome de Down que viven solos, que es Luis y Luciano, hijo de la actriz Lety Calderón.
El mundo laboral, lamentó que no hay las condiciones para que las personas con síndrome de Down puedan desempeñarse en una profesión u oficio, incluso lamentó que los programas sociales como “Jóvenes construyendo el futuro” no los toman en cuenta.
“Hay estadísticas de qué porcentaje de personas con discapacidad trabaja, pero se maneja como discapacidad en general y es un abanico muy amplio (…) entonces si analizamos a las empresas que contratan a personas, son con alguna discapacidad motriz”.
Agregó que quizás haya alguna otra persona contratada con algún tipo de discapacidad auditiva, visual, pero que de discapacidad intelectual son los menos, “ellos son candidatos, pero no son seleccionados”, lamentó.
Finalmente indicó que interpuso un recurso legal y en la Comisión de Derechos Humanos por discriminación en el ámbito educativo, pero que este duró más de 8 años en el proceso.
