El pan de muerto no tiene un toque único, cada panadero lo elabora como quiere, como le gusta y con lo que puede, a mano o con máquina, sea de Xalapa, Xico o Naolinco, aunque su sabor cambia con la región, expuso el chef Edubén Aguilar, quien destacó que este pan tradicional se consume preferentemente entre el 28 de octubre y el 3 de noviembre. Él prefiere prepararlo con mantequilla y sabor a naranja.
Expresó que en otras regiones de Veracruz lo preparan con anís, canela, vainilla o esencia de azahar, con el chipotito arriba o con forma de muñequito, “es un pan tradicional acorde con la celebración con que los mexicanos festejan en vida a sus muertos y qué mejor que con una demostración de comida o pan”.
Entrevistado en el marco del primer año de vida de la cafetería Mala Vibra, que dirige, consideró que el pan no es mejor o peor porque sea de Xalapa, Xico o Naolinco, o esté elaborado a mano o con máquina.
En su establecimiento los panes de muerto que más se están vendiendo en este momento son los cubiertos de azúcar o con ceniza de totomoxtle, además de los rellenos de dulce de calabaza o guayaba, queso crema o crema pastelera de mandarina con cáscara confitada, además de chocolate semi amargo con anís estrella, canela, vainilla y pimienta gorda o negra.
Edubén Aguilar los espera en Mala Vibra, en Coyoacán 106, entre Laureles y Ferrocarril Interoceánico, a una cuadra de la avenida Américas, para disfrutar de un pan de muerto con azúcar de cempasúchil o red velvet, acompañado de un café de Coatepec, o una bebida de temporada elaborada con dulce de calabaza y a disfrutar.