jueves, marzo 28, 2024
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Lozoya: cínico y desesperado

¿Es posible que un “inocente” esté dispuesto a pagar una multimillonaria cantidad para “reparar” el daño de un delito que asegura no haber cometido? Es una rareza, sin duda, una suerte de vocación filantrópica –especialmente en tiempos de austeridad y ya sin poder evadir al fisco–, pero de que existe, existe, y se llama Emilio Lozoya Austin, quien a una semana de permanecer encarcelado ya no sabe qué inventar ni qué ofrecer con tal de que lo regresen a la comodidad de su hogar –marca Gertz Manero– y de nuevo pueda pavonearse en el Hunan y restaurantes afines.

Desde que en 2019 la Secretaría de la Función Pública lo inhabilitó para ocupar un puesto público (sin olvidar sus cuentas congeladas, su fuga del país, su aprehensión en España, su regreso a México en calidad de “testigo colaborador” y su cómoda estancia en casa) hasta que finalmente lo enchiqueraron –el pasado 3 de noviembre–, el ex director peñanietista de Petróleos Mexicanos ha reiterado “¡soy inocente!” –como Pepe El Toro– de los delitos que le imputan, que no son pocos.

Prepotente como pocos en el gabinete peñanietista –sólo superado por Luis Videgaray–, el “inocente” de Lozoya ahora pide clemencia y ofrece –mediante sus abogados– una suerte de catafixia para que la autoridad judicial no sólo lo libere, sino que extinga la acción penal en su contra. Todo con tal de salir de chirona.

La Jornada (Gustavo Castillo y César Arellano) lo reseñó así: “La defensa de Emilio Lozoya Austin propone a la Fiscalía General de la República (FGR), a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) la entrega de un inmueble para cubrir la reparación del daño causado al erario federal por la compra, con sobreprecio, de la empresa Agronitrogenados, y que con ello se extinga la acción penal en contra del acusado y tres familiares. El acuerdo busca beneficiar al ex director de Pemex; su esposa, Marielle Helene Eckes; su madre, Gilda Austin y su hermana Gilda Susana Lozoya Austin”.

El abogado del ex director de Pemex, Miguel Ontiveros Alonso, dijo que “de manera muy concreta vamos a proponer que se llegue a un acuerdo reparatorio en el caso Agronitrogenados; ofreceremos un inmueble que cubre perfectamente los montos que han sido imputados a Lozoya Austin, solicitaremos que se inicie el mecanismo alternativo de solución de controversia para se extinga la acción penal. Eso significaría lo siguiente: si en el marco del acuerdo reparatorio de Agronitrogenados se llega a un acuerdo y se extingue la acción penal, y en el caso de Odebrecht también se garantiza la reparación del daño, Emilio Lozoya tendría que salir en libertad porque el criterio de oportunidad sostiene que hechas estas acciones se suspende el ejercicio de la acción penal”. Y, ¡listo! A celebrar al Hunan.

Entonces, a escasos días de su encarcelamiento, Lozoya el “inocente” dice estar decidido a entregar costosísimos inmuebles y lo que sea necesario (hasta cenas gratis en el restaurante Hunan), con tal de pagar por un delito que dice no haber cometido y “reparar” un daño que jura no haber causado, y que de pasadita pide que lo borren de la lista de indiciados y lo saquen del Reclusorio Norte, es decir, pretende repetir el ya quemado truco de Alonso Ancira, otro gánster e implicado directo en el fraude de Agronitrogenados, quien también huyó del país, lo atraparon en España, le congelaron las cuentas, lo regresaron a México y apenas permaneció dos meses en la cárcel, porque hizo su catafixia con la autoridad judicial, y es la fecha que no ha pagado un centavo de ese “acuerdo reparatorio” (200 millones de dólares), amén de que lo primero que hizo tras abandonar el reclusorio fue huir de esta República de acuerdos incumplidos.

Entonces, o le sobra cinismo o le faltan neuronas, porque nadie paga por lo que no se come. Pero no importa, porque de cualquier suerte ayer el juez le dictó otra prisión preventiva, ahora por el caso Agronitrogenados (la primera fue por Odebrecht).

Las rebanadas del pastel

Adivinanza: “mi administración tendrá una tolerancia cero ante cualquier comportamiento fuera del marco legal, ya sea de privados o dentro de esta empresa; Pemex debe ser la más transparente y contar con un sistema real y permanente de rendición de cuentas”. ¿Quién lo dijo? El mismo que hoy ofrece inmuebles y otras cositas para que lo saquen de la cárcel (primer discurso como director general de Pemex).

cfvmexico_sa@hotmail.com